La policía tailandesa a los manifestantes: "No queremos que arriesguéis vuestras vidas"

• Los agentes han instado a los "camisas rojas" a que dejen las protestas
• Ya habían avisado de su disposición a emplear "la fuerza"

Manifestantes opositores al Gobierno tailandés se manifiestan delante de la sede de Naciones Unidas en Bangkok

El Ejército de Tailandia ha instado, de nuevo, este jueves a los miles de "camisas rojas" que se manifiestan contra el Gobierno en el centro de Bangkok a disolverse pacíficamente, para no tener que cargar contra ellos.

Pero si el pasado martes anunciaban su disposición a emplear "la fuerza" esta vez han sido más contundentes lanzando un mensaje a los manifestantes: "Se acaba el tiempo. Por favor, abandonad el área y presentaros ante las autoridades". Éstas eran las palabras del portavoz del Ejército, el coronel Sunsern Kaewkumnerd.

"Las autoridades serán firmes para dispersar las protestas y habrá caos. No queremos que arriesguéis vuestras vidas" ha añadido el militar.

Barricadas de bambú y neumáticos

El Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, los conocidos como "camisas rojas", reforzaron su presencia el pasado miércoles en el centro de Bangkok con barricadas que fabricaron con bambú y neumáticos y, de este modo, prevenir una posible intervención de los cuerpos de seguridad.

La tensión es palpable en el ambiente y el estado de excepción está vigente en la capital tailandesa desde el 7 de abril.

Los "camisas rojas" han rechazado volver a negociar con el Gobierno y exigen que las elecciones anticipadas se convoquen en julio, después de que el Parlamento apruebe los presupuestos.

La movilización antigubernamental, que arrancó el 14 de marzo con 100.000 personas en las calles de Bangkok, quiere que se disuelva el Legislativo inmediatamente.

Las protestas han transcurrido en general de manera pacifica, salvo los violentos enfrentamientos del 10 de abril, que causaron 24 muertos, y más de 40 granadas y bombas que han estallado en oficinas gubernamentales, sucursales bancarias y cuarteles, entre otros lugares.

Además, el país deberá afrontar las enormes pérdidas económicas que las manifestaciones estan generando.

La profunda crisis que atraviesa Tailandia tiene como protagonistas a los partidarios y detractores de Shinawatra, depuesto en 2006 y condenado en 2008 a dos años de cárcel por un delito de corrupción.

Los "camisas rojas" son fieles a Shinawatra y consideran que el actual gobierno está en el poder debido a unas elecciones fraudulentas, motivo por el cual piden la disolución del Parlamento.