Japón aplica nuevamente la pena de muerte después de un año sin ejecuciones
- La última ejecución fue el 28 de julio de 2009
- La ministra de Justicia ha presenciado la pena de muerte
Japón ha llevado a cabo las primeras dos ejecuciones desde que en agosto del 2009 llegó al poder el Partido Democrático poniendo fin a medio siglo de gobierno de la derecha, informa la agencia Kyodo.
Precisamente, este mismo miércoles se cumplía un año desde la última ejecución en el país, lo que había despertado ciertas esperanzas de una moratoria sobre la pena capital.
Junto con EE.UU, Japón es la única nación industrializada que mantiene la pena de muerte, que se aplica rodeada de secretismo, sin aviso previo a los condenados, sin testigos y en la horca.
Los ejecutados en esta ocasión han sido Kazuo Shinozawa, acusado de asesinato múltiple en el año 2000, y Hidenori Ogata, implicado en un doble asesinato en 2003, según el Ministerio japonés de Justicia.
Son los primeros ejecutados desde el 28 de julio de 2009, cuando dos presos japoneses y un recluso chino fueron ajusticiados tras una condena emitida por un jurado popular.
Moratoria 'oficiosa'
La principal causante de este dato es la ministra de Justicia, Keiko Chiba, una abogada progresista y abolicionista que no había firmado ninguna pena de muerte hasta ahora desde que llegó al Gobierno el pasado septiembre. A principios de junio, el entonces primer ministro japonés, el centrista Yukio Hatoyama, dimitió tras sólo ocho meses y medio en el poder en medio de una gran crisis de popularidad y fue sustituido por Naoto Kan.
Esta ha sido la primera vez que un titular de Justicia ha presenciado en Japón una pena de muerte. "Lo he hecho porque es mi deber revisar el proceso, al ser yo la persona que lo ordena", ha comentado Chiba.
En Japón, los presos del "corredor de la muerte" japonés (107 en la actualidad) conocen la fecha de su ejecución ese mismo día y sus familias son informadas una vez que la misma ha sido llevada a cabo.
Los dos presos fueron ejecutados en el Centro de Detención de Tokio, una de las siete cárceles japonesas donde puede aplicarse el máximo castigo y que Chiba tiene intención de abrir al escrutinio de los medios de comunicación próximamente.
Tras firmar las sentencias de muerte, la ministra de Justicia anunció que se creará un comité sobre la aplicación de la pena de muerte. "Siento la necesidad de que haya un debate serio sobre la pena de muerte", ha añadido la ministra.
No es un dato histórico
Este año completo sin ejecuciones no es un dato histórico, aunque sí el más largo desde los 90. Durante más de cuatro años, entre noviembre de 1989 y marzo de 1993, tampoco hubo ejecuciones en Japón, debido a las creencias religiosas del entonces responsable de Justicia y a un cambio de Gobierno.
También hubo una moratoria 'oficiosa' desde octubre de 2005 hasta septiembre de 2006 debido a que el titular de justicia era budista y se negaba a firmar ejecuciones.
Varias organizaciones humanitarias, como Amnistía Internacional, han lamentado "profundamente" las nuevas ejecuciones.
"Ha sido un gran revés. Creemos que las dos ejecuciones han estado motivadas políticamente", ha declarado a Efe una portavoz de la organización.
Según Amnistía Internacional el 80% de la población aprueba mayoritariamente la pena capital para los delitos de sangre. No obstante, la organización humanitaria ha denunciado que muchos de los condenados a muerte en Japón sufren demencia debido a las condiciones "inhumanas y degradantes".