Bruselas renuncia a expedientar a Francia por las expulsiones de gitanos
- Reding, satisfecha con las modificaciones legales prometidas por el Elíseo
- Sarkozy muestra su satisfacción por la decisión de Bruselas
- La Comisión gana la batalla legal; Francia la política al evitar la discriminación
La Comisión Europea (CE) no abrirá un expediente de infracción a Francia por las expulsiones de gitanos después de que París haya respondido favorablemente al ultimátum de Bruselas para que corregiera su legislación sobre libre circulación de ciudadanos comunitarios.
"El colegio de comisarios ha decidido suspender la investigación en curso después de que Francia haya respondido favorablemente", ha explicado este martes el portavoz de la comisaria de Justicia de la UE, Mathew Newmann.
"La CE está satisfecha con las garantías dadas por Francia" de no expulsar a nadie si no es porque "representa una seria amenaza" y siempre aplicando el principio de "caso por caso", ha añadido el portavoz.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy,ya se había declarado muy "contento" después de que la comisaria Europea de Justicia, Viviane Reding, adelantase esta mañana que las garantías aportadas la semana pasada por el Gobierno francés de que modificará su derecho nacional para aplicar la legislación europea de 2004 sobre la libre circulación de los ciudadanos europeos "corresponden a la petición de la Comisión".
De esta manera, el colegio de comisarios renuncia a abrir un proceso de infracción contra Francia por este motivo, después de que diese un ultimátum el pasado 29 de septiembre, cuando le dió hasta el 15 de octubre para trasponer la directiva comunitaria a su derecho nacional.
Sin embargo, en ese momento ya se vislumbraba un arreglo entre ambas partes, ya que se renunciaba a abrir un proceso por discriminación, la verdadera acusación de fondo de Reding, que ha anunciado este martes que seguirá vigilante sobre este asunto.
Fondo y forma
Así, mientras la Comisión ha ganado en el plano del derecho forzando a Francia a aplicar una directiva que había ignorado desde 2004, en el fondo del asunto ha salido vencedor el Elíseo, ya que Bruselas quería evitar de cualquier forma que el enfrentamiento entre Sarkozy y Barroso del último Consejo Europeo enturbiase el encuentro previsto para la semana próxima.
Francia fue puesta bajo vigilancia de Bruselas por sus expulsiones de ciudadanos europeos, fundamentalmente gitanos rumanos y búlgaros, tras el cierre de los campamentos ilegales en los que vivían.
Una circular firmada por el jefe de gabinete del ministro de Interior, Brice Hortefeux, ponía el 5 de agosto la "prioridad" en el desmantelamiento de los "campamentos de gitanos", una noticia divulgada por la prensa y que obligó a Hortefeux a anular la directiva.
El daño estaba ya hecho: Reding montó en cólera al sentirse engañada por las autoridades francesas, que le habían repetido en Bruselas una y otra vez que no existía ningún trato discriminatoria.
"Ya basta", respondía en septiembre, anunciando su intención de abrir un proceso contra Francia por violar la directiva de libre circulación y por discriminación.
Renuncia a la discriminación
Sus palabras evocando la II Guerra Mundial y las expulsiones de judíos indignaron a Francia y sirvieron como parapeto a Sarkozy en la reunión del Consejo Europeo, donde hubo un duro intercambio de palabras entre Sarkozy y Barroso y los 27 se pusieron del lado del primero censurando las palabras de Reding.
Sin pruebas concluyentes, Reding tuvo que renunciar a abrir el proceso por discriminación, pero lanzó el ultimátum a Francia para que cambiase la directiva.
"La Comisión habría perdido ante la Corte de Justicia", han adverto los juristas, lo que gabría arruinado su capacidad de acción en favor de los gitanos, según el entorno de Barroso.
Viviane Reding cree, sin embargo, que aún puede perseguir a Francia por discriminación y seguirá su investigación, aunque no hay ninguna amenaza de proceso de infracción dada la clara voluntad de apaciguamiento del presidente de la Comisión.