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Cataluña decide su futuro en las urnas tras siete años de tripartito y la sentencia del Estatut

  • 5,3 millones de catalanes están llamados a votar en las elecciones del 28-N
  • Las encuestas apuntan a una victoria de CiU rozando la mayoría absoluta
  • Montilla (PSC) y Puigcercós (ERC) rechazan la reedicción del tripartito
  • Una baja abstención propiciará la entrada de nuevos partidos en el Parlament

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Más de 5,3 millones de catalanes están llamados a las urnas el 28 de noviembre.
Más de 5,3 millones de catalanes están llamados a las urnas el 28 de noviembre.

El domingo 28 de noviembre, un día antes de que Barça y Madrid se la jueguen en el césped del Camp Nou, los catalanes se jugarán su futuro en las urnas. Más de 5,3 millones de ciudadanos están llamados a votar en las novenas elecciones catalanas.

Nadie duda, según los sondeos, quién ganará estos comicios marcados por la crisis económica y el recorte del Estatut tras la sentencia del Tribunal Constitucional. Otra cosa es quién gobernará.

CiU saca 10 puntos al PSC y alcanzará la victoria rozando, incluso, la mayoría absoluta. El socialistas podrían cosechar sus peores resultados en unas catalanas y ERC retroceder dejando de nuevo el puesto de tercera fuerza política en Cataluña al Partido Popular.

Este escenario permitiría a Artur Mas alcanzar la Generalitat, aunque fuera con un gobierno en minoría, a la tercera.  En 2003 y 2006, CiU ganó las elecciones pero el tripartito entre PSC, ERC e ICV le impidió gobernar, primero con Pasqual Maragall y después con José Montilla, actual presidente catalán, a la cabeza.

Montilla ya ha dicho, antes de que empiece la campaña electoral, que no reeditará el tripartito "ni aunque sume". Un escenario, el de sumar, difícil de que se dé según las encuestas. Su promesa recuerda más bien a la fábula de la Zorra y las uvas, según los analistas, pero CiU por si acaso no se fía.

Montilla anuncia el fin del tripartito catalán.

El candidato de ERCJoan Puigcercós, también ha dado por roto el tripartito al condicionar su apoyo a un futuro Govern a la celebración en la próxima legislatura un referéndum sobre la independencia, algo que los socialistas descartan tanto como el PP de Alicia Sánchez-Camacho y Ciutadans de Albert Rivera. Ni siquiera CiU cree que éste sea el momento.

ICV, con Joan Herrera de candidato,  es el único socio del tripartito que estaría dispuesto a reeditar la fórmula de Gobierno de los últimos siete años.

Las encuestas electorales dan vencedor a Artur Mas

El objetivo es conseguir los 68 escaños de los 135 del Parlamento catalán que dan la mayoría absoluta.

La última encuesta hecha pública el primer día de camapaña, un barómetro preelectoral del CIS, da a CiU como vencedor de las elecciones con 59 escaños (+11 escaños respecto a 2006) y se quedaría a 9 de la mayoría absoluta. Por su parte, el PSC liderado por José Montilla se quedaría con 33, cuatro escaños menos que los obtenidos en 2006..

El anterior barómetro hecho público el 5 de noviembre por el Centre d’Estudis d’Opinión (CEO), que mide intención directa de voto, da más de 10 puntos de ventaja a CiU (24,4%) sobre el PSC (14,2%). Les seguiría ERC (7,4%), PP (6,2%), ICV (5,2%) y Ciutadans (2,1%).

El Racómetro de RAC1, publicado por La Vanguardia el pasado 25 de octubre, sitúa a CiU a dos escaños sólo de la mayoría absoluta al pasar de los 48 actuales a 65 o 66. El PSC podría perder hasta 10 diputados al caer de los 37 que consiguió en 2006 a 27 o 28.

ERC pasaría de los 21 a los 11 o 12. El PP ganaría sólo uno hasta situarse en 14. ICV pasaría de 12 a 11 o 9 y Ciutadans podría sumar uno más hasta los 4. Según este sondeo, Solidaridat catalana, de Joan Laporta, lograría 4 escaños.

El Barómetro preelectoral de El Periódico, algo anterior, también apunta en la misma dirección con entre 63 y 65 diputados para CiU, 30-31 para el PSC y el PP como tercera fuerza política con 14-15, como en 1995.

La participación, la clave para los pequeños

Pero el color que tendrá finalmente el arco parlamentario del Parlamento catalán dependerá en gran parte parte de la abstención.

Según explica a rtve.es el director del CEO,  Gabriel Colomé, "el elemento importante a tener en cuenta es la participación". Una alta abstención "facilitará la fragmentación del nuevo arco parlamentario" con la entrada de más partidos.

Colomé cree que hasta tres de los nuevos podrían obtener representaciónSolidaritat, Reagrupament y Plataforma per Catalalunya.

Pero ¿qué pasará realmente con la participación? Según el último barómetro del CEO, el 64,5% afirma que "con toda seguridad" irá a votar. Si se cumple, se superará con creces la participación del 56% de las autonómicas de 2006 y se rebasará, aunque por la mínima, el 64,3% de los comicios de 1984, que hasta ahora tienen el récord.

Salvador Cardús, decano de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, cree que la participación será alta porque "la sociedad catalana está abandonando su estado de nostalgia, de ensoñación respecto de lo que pudo ser y no fue por el Estatut y ha adoptado una actitud más activa en cuanto a su futuro político".

Cardús señala que las elecciones catalanas del 28-N “son decisivas para el futuro” y que “cuando hay posibilidad de cambio”, como esta vez, “la agente acude más”. Recuerda que en 2006, los partidos nacionalistas perdieron 450.000 votos que podrían volver ahora a las urnas.

Sin embargo, Quim Brugué, catedrático de Ciencia Política y director del Institut de Govern i Polítiques Públiques (IGOP) de la Autónoma, cree que habrá una abstención alta que puede beneficiar a CiU que “ha demostrado tener un núcleo de votantes fieles”.

La sociedad catalana, "hastiada de la política española"

Los sondeos apuntan a que la sociedad llega a estas elecciones “cansada de la política catalana” por el tripartito y “hastiada de la política española” por el Estatut, según explica Brugué.

Para el director del IGOP, los catalanes se sienten "rechazados por una España que no es capaz de reconocer sus esfuerzos fiscales ni el hecho de que, para muchos, el catalán es su lengua materna".

España no es capaz de reconocer los esfuerzos fiscales de Cataluña y el catalán como nuestra lengua materna

No obstante, el director del IGOP cree que las encuestas actuales "podrían estar subestimando" los votos al PSC, “especialmente si se logra reducir los índices de abstención”.

El catedrático en Ciencias Políticas y Sociología de la Autónoma Joan Botella cree que existen "ganas de cambio pero sin saber en qué dirección", lo que conduce a no votar, a votar en blanco o a hacerlo por opciones más extremistas.

Botella explica a rtve.es que en el 28-N se conjugan cuatro circunstancias: la "sensación de disgusto generalizado con el sistema político" que lleva a una alta abstención; la "fatiga" de los últimos años respecto al tripartito que puede "hinchar las velas de CiU"; la "fatiga" respecto al papel jugado por CiU que puede dar alas a los partidos minoritarios; y el "maltrato" del Estado que puede traducirse en el apoyo de partidos nacionalistas.

Estrategias de los partidos en las elecciones catalanas

CiU centrará su campaña en la crisis económica para transmitir una imagen de "confianza" para "poner orden" en la Generalitat, según Cardús. Artur Mas lleva transmitiendo meses que si gobierna convocará el gobierno de los mejores, aunque no sean de CiU.

Según Quim Brugué, el PSC "necesita una campaña activa que permita visualizar su perfil social en tiempos de crisis, que permita hacer aflorar las contradicciones en CiU" y estimule la participación.

El PP utiliza la inmigración y la defensa del castellano para movilizar a través de la indignación

Por otro lado, PP y ERC "juegan con las cartas nacionalistas y con estrategias de crispación". Los populares, según Brugué, "utilizan la inmigración y la defensa del castellano para despertar a un electorado que se está movilizando a través de la indignación".

"ERC hace algo similar", apunta el director del IGOP, pero utilizando "la bandera de las consultas soberanistas y de los constantes ataques a la lengua, la cultura y las instituciones catalanas".

Un escenario poselectoral con un Gobierno de CiU en minoría

¿Qué ocurrirá si CiU no consigue mayoría absoluta para gobernar? Los expertos creen que las elecciones catalanas del 28-N dejarán un escenario de gobierno en minoría de CiU.

ERC condiciona su apoyo a la celebración de un referéndum, que CiU no cree oportuno para la próxima legislatura y el PP está haciendo, según Cardús, "todo lo posible" para que sea impensable un pacto con los convergentes por su recurso del Estatut, del uso del catalán…

Y la llamada sociovergencia, ¿sería posible? El decano de Ciencias Políticas y Sociología de la Autónoma cree que con un PSC con una pérdida importante de escaños, como vaticinan las encuestas, "se haría imposible". Si las dos fuerzas estuvieran equilibradas "sería una salida natural a la situación de crisis" pero no parece que vaya a ocurrir.

CiU tampoco quiere pactar con nadie. Artur Mas ha reconocido que un gobierno suyo en coalición con otros partidos "no sería mucho mejor" que el tripartito.