La CAM se propone pedir ayuda al FROB tras el rechazo de las otras tres cajas a la integración
- La entidad analiza con el Banco de España cómo cumplir el ratio de solvencia
- El regulador también interpela a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria
La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se propone solicitar el apoyo financiero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) del Estado después de que Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura hayan rechazado a última hora integrarse con la alicantina en Banco Base.
La entidad ha comunicado que está analizando con el Banco de España "la correspondiente estrategia y calendario de cumplimiento" de los requisitos del Real Decreto-Ley 2/2011, que recientemente elevó los requisitos de solvencia, según una información publicada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) poco antes de la medianoche.
En la nota, la caja dice que "se propone" pedir ayuda al FROB para alcanzar el nuevo mínimo del 8 % de capital principal, una alternativa que "someterá a su consejo de administración a la mayor brevedad posible" y que en la práctica supone una nacionalización al menos parcial.
Entrada la madrugada de este jueves, no se conocía ninguna comunicación de las otras cajas a las que el Banco de España también ha pedido que detallen sus planes de solvencia, aunque la alicantina tiene una mayor exigencia de transparencia no solo por su situación sino porque cotiza en Bolsa, lo que le obligaba a dar cuenta al regulador del mercado.
Rechazo rotundo
Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidieron este miércoles romper su proyecto de fusión con la CAM, que iba a dar lugar a la tercera caja española, lo que pone en entredicho el futuro de la entidad alicantina, lastrada por una tasa de morosidad elevada.
En Cajastur, 277 consejeros han votado en contra y uno se ha abstenido; en Caja Extremadura 150 en contra y dos a favor; y en Caja Cantabria 90 en contra y cuatro se han abstenido. En la CAM ha habido 135 votos a favor y seis en contra (los representantes del sindicato CGT).
Según fuentes financieras consultadas por la agencia Efe, el Banco de España ha contactado con las principales entidades españolas -el Santander y La Caixa- para buscar una salida a la CAM, que podría ser intervenida si fuese necesario en última instancia.
De todas maneras, según informa Efe, la caja alicantina analiza la posibilidad de acciones legales, ya que sus letrados defienden, que "teóricamente" el proyecto podría seguir adelante aunque tres de las cuatro asambleas soberanas de estas cajas rechazaran el proyecto de "fusión fría".
Así, se abriría una batalla jurídica sobre los términos de la constitución de Banco Base, ya que la "cláusula de excepción/suspensión" (aprobada por los consejos de administración de Cajastur, CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria y que contempla su posible disolución) no pasó por las asambleas de estas entidades.
Las asambleas no han respaldado el proceso porque la solicitud de fondos públicos a través del FROB de 2.784 millones -que dobla la cantidad estimada por el Banco de España- se suma a la ayuda ya solicitada antes de 1.493 millones de euros, y eso elevaría el recurso global al dinero de público hasta 4.231 millones de euros, una cifra que convertiría al Estado en el mayor accionista del SIP, ya que habría aportado un 48% al capital del grupo.
No se descarta la intervención
El SIP no es irreversible, porque aún no han entrado en vigor la mutualización de los beneficios y las garantías recíprocas de las cajas que lo integran. Al tratarse de un acuerdo a cuatro bandas, la negativa de una asamblea da al traste con el proyecto de fusión fría, han recalcado las fuentes conocedoras de la operación.
La solicitud de 2.784 millones de euros al FROB recoge la cantidad de capital adicional de 1.447 millones identificada por el Banco de España como necesaria para cumplir con los nuevos requisitos de capital establecidos por el Gobierno. Pero a ese montante se han añadido otros cerca de 1.400 millones debido a las necesidades de solvencia derivadas de la situación de la CAM.
La caja alicantina contaba con una morosidad del 4,66% al cierre del primer semestre de 2010, según el último informe de gestión de los estados financieros de la entidad recogidos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pero una vez integrada en Banco Base ha aflorado una tasa de impago cercana al 9%, así como una elevada exposición al sector inmobiliario.
Un proceso repleto de crisis
Esta integración de las cuatro cajas en un SIP o Sistema Institucional de Protección se acordó en julio del año pasado, tras el visto bueno de los órganos de gobierno de las entidades implicadas.
Sin embargo, inmeditamente después de la aprobacion del protocolo de fusión surgieron los primeros problemas entre las cajas: la CAM se negaba a delegar facultades en el nuevo consejero delegado elegido para guiar el proceso de integración, que era el máximo responsable de Cajastur, Manuel Menéndez.
Los problemas parecieron resolverse hasta que, la semana pasada, trascendieron las dudas de Cajastur y las cajas cántabra y extremeña respecto a la conveniencia de aliarse con la CAM. Además, las separaba el hecho de que la caja alicantina quería que Banco Base captara el capital necesario a través de una salida a Bolsa, algo que no compartía el resto.
Aunque la CAM renunció a esa idea, la crisis se cerró en falso y este miércoles, todo el proyecto de fusión fría se ha venido abajo.