Las fuerzas del nuevo régimen libio prosiguen sus ataques sobre Sirte, donde los gadafistas resisten
- La OTAN afirma que Gadafi ya no ejerce ningún control
- En Bani Walid la resistencia es también intensa
Las fuerzas del nuevo régimen libio han lanzado una vasta operación para expulsar a los últimos partidarios de Muamar Gadafi de su bastión de Sirte, pero sin éxito por el momento ya que los gadafistas ofrecen una resistencia encarnizada.
Para la jefatura de la OTAN, que tomó el mando de la operación en Libia a finales de marzo, Gadafi “no efectúa realmente ya ningún control ni orden sobre las fuerzas (...) leales", informó un alto responsable americano de la Defensa, al amparo del anonimato.
Un optimismo que parecen compartir las nuevas autoridades libias, que juzgan “el final de la guerra muy cercano".
“Existen aún bolsas de resistencia pero eso no va a durar", garantizó el viernes Jallal al-Digheily, Ministro de Defensa del Consejo nacional de transición (CNT), en referencia a Sirte y a Bani Walid.
Sobre el terreno, no obstante, la progresión de las fuerzas del CNT no es notable en Sirte, ciudad costera a 360 kilómetros al este de Trípoli.
Este sábado, el cielo encapotado muy bajo y las tormentas de arena limitaban mucho la visibilidad, pero los combates han continuado intermitentemente toda la noche con armas pesadas y automáticas, sin cambios aparentes en la línea de frente.
El viernes, violentas peleas callejeras, presentadas como una “gran operación” por los pro CNT, se desarrollaron en el centro de la ciudad, en particular alrededor del Centro de Conferencias Uagadugú, un rectángulo de hormigón con forma de enorme blocao, antigua sede de las cumbres panafricanas que se ha convertido hoy en reducto de los gadafistas.
El comandante pro CNT Nasser Abou Zian reconoció el fracaso de la ofensiva sobre el Centro de Conferencias, con la mayoría de los combatientes retirándose debido el fuego de los cohetes y francotiradores.
No hay balance disponible para el conjunto de la ciudad, pero el Consejo militar de Misrata, al cargo del frente occidental de la ciudad, anunció a 11 muertes y a 193 heridos este viernes en el frente.
Según varios combatientes, no obstante, la ofensiva permitió la toma de un complejo de 700 apartamentos cerca del Centro de Conferencias.
Fue también ocasión para una demostración de fuerza de los pro CNT, que empujaron desde todos los lados en un esfuerzo coordinado, desde el oeste, el sur y el este, con el fin de acorralar a los gadafistas hacia el mar, con el apoyo aéreo de la OTAN.
Pero a medida que circulo se estrecha, las bajas por fuego amigo aumentan. En varias ocasiones este viernes, los combatientes recibieron el orden de detener los ataques porque afectaban otros pro CNT algunos kilómetros más lejos.
En Bani Walid también hay fuerte resistencia
Más al sur, en Bani Walid, un extenso oasis a 170 kilómetros al sureste de Trípoli, los gadafistas en fuga oponían también una resistencia siempre obstinada, que los pro CNT intentaron de nuevo superar negociando con las tribus de la ciudad.
Según el comandante pro CNT Omar Fifao, se creó una delegación para discutir con representantes de las tribus. El encuentro debía haber tenido lugar viernes o sábado, fuera de la ciudad.
“Pedimos una reunión con el fin de poder entrar a Bani Walid sin combate, pero si no hay acuerdo, sólo tendremos la opción de atacar ", aludiendo a un plazo de “dos días”.
Miles de habitantes de Bani Walid han huido de la ciudad desde hace varias semanas, pero el éxodo continúa. Según el comandante Omar Binma, “entre 50 y 80 coches que transportan a familias salen todos los días de Bani Walid ".
A pesar de los combates, la reactivación de la producción petrolífera libia, que era de 1,6 millón de barriles al día antes del inicio del conflicto el 15 de febrero y había cesado casi, parece eficaz, con ya 350.000 barriles diarios, según el Middle East Economic Survey.