Enlaces accesibilidad

Los 'indignados' se quedan en San Pablo pese a vencer el ultimátum de Londres

  • La Corporación llevará ahora el caso a los tribunales
  • El proceso podría durar meses, aunque no se contempla la acción policial
  • Los acampados vivieron el fin del ultimátum en silencio y con la mano alzada

Por
Los indignados de Londres siguen acampados pese al ultimátum

Los "indignados" de Londres no han abandonado este jueves su campamento a los pies de la catedral de San Pablo a pesar del ultimátum dado por las autoridades municipales, que venció a las 18.00 hora local (19:00 hora peninsular española).

La negativa de los manifestantes anticapitalistas significa que la corporación municipal de la City, distrito financiero de Londres, llevará el caso a los tribunales, un proceso que previsiblemente podría durar meses.

Los acampados, más de un centenar, vivieron la llegada de la hora del ultimátum en silencio y con las manos alzadas, mientras algunas pancartas rezaban "No podéis desalojar una idea".

No se contempla acción policial

Un portavoz municipal ha precisado que las autoridades de la City "no contemplan ahora mismo ninguna acción policial", por lo que, a pesar de la negativa de los manifestantes, no se espera un desalojo violento por parte de las fuerzas del orden.

Se espera que el ayuntamiento de la City pida al Tribunal Superior de Londres una orden de desalojo que, de no cumplirse, podría derivar en un futuro en una expulsión por la fuerza.

La movilización londinense se inició el 15 de octubre dentro de una convocatoria internacional contra los excesos del sistema financiero, aunque posteriormente derivó en un enfrentamiento con los responsables de la catedral de San Pablo, delante de la cual se encuentra el campamento anticapitalista.

Precisamente esa confrontación motivó la dimisión de dos clérigos del templo anglicano: el canónigo Giles Fraser y Graeme Knowles, el deán de San Pablo y su máximo responsable.

Tras un mes de negociaciones, las autoridades de Londres retomaron esta semana el frente judicial después de que fuesen desalojados los indignados que ocupaban un parque de Nueva York.