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El Banco de Inglaterra, salpicado por el escándalo de la manipulación del interés interbancario

  • Barclays sugiere que el supervisor le indujo a manipular sus intereses
  • El exconsejero delegado del banco comparece este miércoles en el Parlamento
  • Una veintena de bancos investigados por esas malas prácticas

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El escándalo de la manipulación del tipo de interés salpica al Banco de Inglaterra

El escándalo de la manipulación de las tasas de interés interbancarias -Líbor y Euríbor- por parte de bancos británicos y estadounidenses salpica ahora al Banco de Inglaterra, el regulador y supervisor del sistema bancario de Reino Unido.

El Barclays, el primer banco sancionado por esas prácticas fraudulentas, ha difundido un informe interno de 2008 de Bob Diamond -hasta este martes, su consejero delegado- que incluye una nota sobre una conversación telefónica con el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Paul Tucker. En la nota, Diamond asegura que Tucker le transmitió la preocupación del Gobierno de Gordon Brown por las elevadas tasas de interés que el banco estaba presentando para la elaboración del Líbor y añade que el alto responsable del supervisor le dijo: "No siempre se necesita que aparezca tan alto como lo hemos tenido últimamente".

El Líbor se elabora a diario con las estimaciones de una veintena de bancos sobre los intereses que están pagando en el mercado interbancario para que otras entidades les presten dinero. Unos intereses altos indican que el sector percibe que hay riesgo en prestarle a esa entidad.

Para ocultar esa debilidad, el Barclays ha reconocido que presentó estimaciones más bajas a las que pagaba en realidad entre 2006 y 2009. Eso repercutió en la elaboración del Líbor, ya que el Barclays es uno de los 20 bancos que participa en ese índice, que sirve de referencia para préstamos, hipotecas y productos financieros en todo el mundo por valor de 360.000 millones de dólares (más de 290.300 millones de euros).

Veinte bancos, un supervisor y un gobierno laborista

El Barclays ha sido el primer banco multado, pero otras veinte entidades están siendo investigadas por las autoridades de Reino Unido, EE.UU. y Japón por -supuestamente- haber cometido las mismas malas prácticas, entre ellas están el Bank of America, el Citigroup y el UBS.

Por el momento, tanto el Banco de Inglaterra como Tucker han evitado comentar las acusaciones de Diamond. Tucker se perfilaba como sucesor del actual presidente del banco central británico, Mervyn King.

Además, el escándalo también apunta hacia el anterior gobierno, liderado por Gordon Brown, y la actual oposición laborista, ya que el que era en 2008 el ministro de la City, Ed Balls, es ahora el responsable de Economía de Ed Miliband, el denominado ministro de Economía en la sombra. Balls ya ha asegurado que no tiene "ni idea" de esa supuesta preocupación del Ejecutivo de Brown por rebajar las tasas de interés.

También el que era en esos momentos ministro de Economía, el laborista Alister Darling, ha negado que alguien de su departamento pudiera haber sugerido "algo tan malo" y ha asegurado que le cuesta creer que el Banco de Inglaterra lo hiciera.

Diamond comparece en el Parlamento

Esa nota forma parte de la documentación remitida por el Barclays al Comité del Tesoro de la Cámara de los Comunes ante el que comparece este miércoles Diamond, que responderá a las preguntas de los diputados sobre la manipulación de los  tipos de interés interbancarios, un día después de dimitir como  consejero delegado del banco Barclays.

Además del consejero delegado, también dimitieron esta semana el  presidente de la entidad británica, Marcus Agius, y el director de  operaciones de Barclays, Jerry del Missier.

Los tres altos directivos renunciaron después de conocerse que los organismos reguladores del Reino Unido y de EE.UU. han multado a la institución bancaria con 290 millones de libras (360 millones de euros) por esas malas prácticas.

Debido a este escándalo, el primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado una investigación parlamentaria de todo el sector bancario del país. Según Cameron, una comisión multipartita dirigida por el conservador Andrew Tyrie examinará la conducta de la banca y podrá interrogar a testigos bajo juramento.

Paralelamente, el Gobierno ha encargado una revisión más técnica del sistema utilizado para calcular el Líbor con el objetivo de cambiar las normas para evitar futuros abusos del sistema.