La cumbre contra la evasión fiscal acaba con un impulso político pero sin medidas concretas
- El único compromiso: diciembre es la fecha tope para aprobar la directiva
- En 2015 Austria y Luxemburgo darán información bancaria si Suiza lo hace
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) han acabado la cumbre contra la evasión y el fraude fiscal con el compromiso político de adoptar antes de que acabe el año la revisión de la directiva sobre fiscalidad del ahorro, aunque sin ninguna medida concreta.
Los líderes han logrado "un consenso para avanzar hacia su adopción antes de final del año, estamos haciendo progresos en este área", ha anunciado el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, al término de la reunión de cinco horas.
"Es el momento de dar un paso adelante en la lucha (contra la evasión y el fraude fiscal", ha señalado por su parte el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que destaca la pérdida de "cientos de millones de euros" que supone para las arcas públicas estas prácticas, según un informe de Oxfam, 80.000 millones al año.
Van Rompuy destaca que las noticias sobre fraudes y evasiones fiscales alimentan la "indignación pública" y que en el actual contexto en el que los países están haciendo esfuerzos de austeridad fiscal, luchar contra estas prácticas es "una cuestión de justicia y credibilidad".
Acelerar las negociaciones
Asimismo señala que los líderes estuvieron de acuerdo en "acelerar" las negociaciones sobre la revisión de esa directiva "de modo que se puedan cerrar cuanto antes", lo que calculó que se puede producir antes de que acabe 2013.
Los Veintisete han dado también su luz verde al mandato para que la CE negocie con Suiza, Lichtenstein, Andorra, Mónaco y San Marino de cara a revisar los convenios para aumentar el intercambio de información bancaria, como acordaron hace una semana sus ministros de Economía y Finanzas. Barroso se ha limitado a comentar que "ya era hora".
Que esos acuerdos logren limitar el secreto bancario en esos países -ajenos a la UE, pero insertados en su corazón- es la condición impuesta por Austria y Luxemburgo para poner fin al veto que imponen desde 2008 a la directiva sobre fiscalidad de ahorros (que plantea un mayor intercambio automático de información entre los Estados miembros). Tratan así de evitar quedar en desventaja al verse obligados por la directiva a poner fin al secreto bancario.
Van Rompuy incidió en la necesidad de actuar contra el fraude y la evasión fiscal "porque es justo" y también "porque produce ingresos" a los fiscos de los Veintisiete, al tiempo que subrayó que ello es más necesario "ahora que en el pasado".
"Y si se pregunta qué es lo que ha cambiado, (la respuesta) es que es la crisis económica lo que hace la diferencia", agrega el político belga, que también valora la importancia de que haya un mayor intercambio de información fiscal entre los países. Van Rompuy consideró que "es un precedente, no podíamos hablar en estos términos sobre esto hace dos meses".
Nada en marcha hasta 2015
El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, ha afirmado que su país "aplicará a partir de 2015 las mismas reglas de intercambio de información bancaria que actualemente aplican otros Estados miembros".
Juncker ha negado que Luxemburgo "haya bloqueado nada". Añade que está "a favor de la extensión del campo de aplicación en el sentido más amplio posible, pero me gustaría tener la garantía de que también lo hacen todo el territorio británico y sus antiguas colonias, así como otros países", explica el primer ministro luxemburgués.
El canciller federal de Austria, Werner Faymann, ha señalado que su postura es clara: "Austria lucha contra el fraude fiscal porque los defraudadores no aportan nada al estado de Derecho, a un sistema (impositivo) justo o a la financiación de la sociedad", pero ha añadido que "no podremos poner fin al fraude fiscal con un golpe o con una simple fecha".
Por último, ha declarado que "todos pueden tener claro que la UE afronta ahora este objetivo decididamente y que también nosotros en Austria aceptamos este acuerdo de la cumbre con el mismo fin, el mismo quehacer y el mismo consenso".
Comunidad europea de la energía
En materia de energía, Barroso ha recordado que "el panorama energético mundial está cambiando muy rápidamente y no a favor de Europa" por lo que los Veintisiete van a concentrar su acción en cinco áreas: lograr un mercado interior de la energía, invertir en innovación e infraestructura, comprometerse a una mayor eficiencia energética, explotar las energías renovables de forma más barata y diversificar el suministro.
El presidente de la Comisión cree que "se dan pasos en lo que podríamos llamar una comunidad europea de la energía", aunque no existe "una fórmula mágica para resolver los retos energéticos estratégicos que se enfrenta Europa". Ha insistido en la necesidad de actuar juntos y poner en práctica lo que se ha acordado este miércoles.
En este sentido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la salida de la cumbre ha señalado que se completará el mercado interior de energía en 2014, como ya estaba previsto. Ha añadido que se pondrá fin al aislamiento energético de todos los estados miembros de la UE en 2015. España ha propuesto que la conexión entre dos países sea, como mínimo, del 10% de su producción eléctrica.
Cumbre contra el paro juvenil
La canciller de Alemania, Angela Merkel, valora que "todos los Estados miembros han estado de acuerdo y eso es una situación totalmente nueva, así como que hayan aceptado la necesidad de negociar con terceros países como Suiza". "Hemos logrado un progreso muy importante después de muchos años", ha añadido tras la cumbre.
También ha anunciado que el 3 de julio se celebrará en Berlín una reunión para estudiar a qué deben dedicarse los 6.000 millones de euros previstos para combatir el desempleo juvenil en el presupuesto comunitario plurianual.
El encuentro reunirá a los ministros de empleo de la UE y a las agencias de empleo y contará con la presencia de los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y con la presidencia de turno de la UE, que en julio ya recaerá sobre Lituania.
Con vistas a perfilar las propuestas que se harán en la cumbre europea de junio, Merkel viajará a París el próximo 30 de mayo para trabajar conjuntamente con el presidente francés. François Hollande confía en que el encuentro sirva para "poder adoptar juntos nuestra contribución al consejo europeo de junio".