El nuevo presidente del Banco Vaticano lo convertirá en un "banco típico de depósitos"
- El empresario Jean-Baptiste de Franssu sustituye a Ernest von Freyberg
- Abre la segunda fase de reformas del Instituto para las Obras de Religión
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como Banco Vaticano, será un "banco típico de depósitos" y no un banco de inversión por lo que se ocupará sólo de gestionar el patrimonio de la Santa Sede, según ha informado su nuevo presidente, el empresario francés Jean-Baptiste de Franssu.
De Franssu dirige desde este miércoles el Consejo de Superintendencia del IOR en sustitución del abogado alemán Ernest von Freyberg, nombrado por Benedicto XVI en febrero de 2013.
Este cambio en la dirección del IOR, envuelto en los últimos años en una serie de escándalos financieros, se enmarca en la segunda fase de su reforma, impulsada por el papa Francisco para dotarla de una mayor transparencia.
Prioridades estratégicas
En los próximos tres años se revisarán los estatutos del IOR que seguirán "tres prioridades estratégicas", según ha explicado el Prefecto de Economía del Vaticano, el cardenal George Pell. La primera será "reforzar el negocio del IOR" que pasa a ser un banco sólo de depósitos y dejar fuera las inversiones. En este sentido, Pell ha negado que vayan a buscar más clientes inversores.
Además De Franssu ha precisado que tratarán de trasladar gradualmente "en 24 meses" la gestión del patrimonio de todas las instituciones vaticanas que incluyen acciones e inversiones a una nueva oficina central que aglutinará todo con el fin de "superar la duplicación de los esfuerzos en este campo".
Asimismo, el IOR intentará concentrar su labor exclusivamente en "la consulta financiera" y en "servicios de pago para el clero, las congregaciones, diócesis y empleados del Vaticano".
Cargo a tiempo completo
En sus primeras declaraciones a la prensa, De Franssu, dijo que es un "honor" el nombramiento y que desea comenzar a trabajar en el IOR para "dotar de más transparencia" a la entidad, que debe ser "un proveedor de servicios para la Iglesia".
El nuevo responsable del Banco Vaticano era presidente de Incipit, una firma de asesoría y consultoría; hasta octubre de 2011 fue director ejecutivo de Invesco Europe y anteriormente había sido director del Groupe Caisse des Dépôts et Consignations de Francia.
A diferencia de su antecesor, De Franssu se dedicará a su nueva tarea "a tiempo completo", informó la Santa Sede, que comunicó que formarán parte del consejo del IOR otros laicos, entre ellos el alemán Clemens Boersig, la estadounidense Mary Ann Glendon y el británico Michael Hintze.
Según la Santa Sede, el IOR está actualmente en una "fase de transición tranquila" y con la dirección de Von Freyberg ha atravesado una primera etapa que ya se ha completado con un "excelente" progreso, que ha resultado en una mayor "transparencia".
Muchos desafíos
El cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría de Economía, apunta en un comunicado que "existen muchos desafíos y trabajo por delante" y asegura que el papa Bergoglio "ha dejado claro que los cambios deben hacerse de manera diligente".
Además del cambio al frente del IOR, la Santa Sede anunció reformas que afectan al Fondo de Pensiones del Vaticano, a la organización de su servicio de prensa y medios de comunicación y a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
La primera fase de reforma del IOR se culminó este martes mediante la publicación del balance de sus cuentas de 2013 y de un "análisis sistemático de todos los registros de clientes para identificar la información perdida o insuficiente".
De este análisis se desprende que la Santa Sede ha llevado a cabo una labor de individualización de las cuentas que el IOR albergaba y que no pertenecían al ámbito clerical sino que eran propiedad de clientes y sociedades privadas. De este modo, los gestores han bloqueado 1.329 cuentas individuales y otras 762 de clientes institucionales.
La reforma del Banco Vaticano es una de las prioridades en el papado de Bergoglio.