La estiba desemboca en la huelga, tras meses de estrategias a tres manos
- Los paros comienzan este lunes en las horas impares desde las 09.00 horas
- Los estibadores consideran que la patronal ha incumplido el preacuerdo
- Los empresarios piden el amparo de Fomento, que remite al diálogo
- Los puertos son un sector estratégico de la economía española
El conflicto de la estiba se adentra en uno de los escenarios por los que hasta ahora no ha transitado pero que siempre ha estado presente en los últimos cuatro meses. Este lunes, desde las 08.00 horas los 6.150 estibadores están convocados a la huelga, mediante paros en cada una de las horas impares de este lunes, el miércoles y el viernes, después de valorar que la negociación está en vía muerta, por lo que consideran un cambio de postura de la patronal.
Por el camino, los trabajadores de la estiba han desconvocado hasta tres convocatorias de paros desde que hace cuatro meses se retomará la liberalización de la estiba, ordenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en diciembre de 2014.
Una de las características de la estiba es que ha funcionado en régimen de monopolio a través de sociedades de gestión de empleo participadas por las empresas obligatoriamente y por los trabajadores, que seleccionaban la mano de obra, la formaban y la organizaban, y además están afiliados en más de un 95% en la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), lo que confiere a estos empleados por empresas privadas una cohesión rocosa.
Si a esto se añade que sus paros colapsan de inmediato un sector estratégico de la economía, ya que mueven el 60% de las exportaciones y el 80% de las importaciones, el conflicto entra en un escenario temible para las tres partes.
El frente laboral sin cerrar
El Ministerio de Fomento cerró el frente institucional con la Unión Europea -aunque pagará la primera multa previsiblemente- consiguiendo que su decreto ley de liberilización de la estiba fuera convalidado por el Congreso en un segundo intento, pero dejó en el aire el laboral, al dirigir la solución a las garantías de empleo que exigen los trabajadores al ámbito de la negociación colectiva.
La negociación en este tiempo ha sido a tres bandas, con Gobierno, patronal y sindicatos, después evolucionó a una negociación con mediador del Consejo Económico y Social y, por último, reducido, como en el origen, a un diálogo entre empresas y trabajadores.
Con la 'espada de Damocles' de la sentencia europea por cumplir, la patronal agrupada en Anesco ha ido ganando poder en la negociación, después de que en su día hubiera acuerdos puntuales entre empresas y empleados para garantizar la subrogación del empleo.
El 22 de mayo, poco después de la convalidación del decreto y el visto bueno de la Comisión Europea, parecía que se había alcanzado un preacuerdo que "sorpresivamente", como reconoció el ministro, cerraba el conflicto.
Los trabajadores se aferraron a ese preacuerdo, lo ratificaron y desconvocaron un tramo de sus paros a la espera de que la patronal diese los mismos pasos. Pero la patronal, abierta al diálogo, pueso en cuestión la garantía de subrogación total - hay un escenario de prejubilaciones al que el Gobierno destina 120 millones-, para darse dos semanas y estudiar puerto por puerto las necesidades de mano de obra, ahora que la liberalización otorga ese poder a las empresas.
Los sindicatos entienden esta salvedad como un engaño de última hora y no solo confirman los paros intermitentes sino que aumentan la intensidad para la segunda semana de junio con huelgas de hasta 48 horas. Este viernes también, la patronal denunciaba huelgas encubiertas que reducían la producción hasta un 70%.
Grupo interministerial para el seguimiento de la huelga
El Ministerio de Fomento comunicó el pasado vienres que tiene listo un grupo interministerial que se activará a las 8.00 horas del próximo lunes, 5 de junio, para velar por el cumplimiento de los servicios mínimos ante la huelga.
Un "operativo", expusó el ministro, que junto con las distintas autoridades portuarias, se dedicará a "seguir y analizar" el desarrollo de la jornada de huelga para "garantizar el cumplimiento de los servicios mínimos".
Estos servicios esenciales, que ya estaban dictados para calendarios de huelga anteriores, garantizan el 100% de los servicios necesarios para las operaciones que afecten a mercancías perecederas o peligrosas, y para abastecer de suministros especiales, esenciales y sanitarios a los territorios insulares.
Para el resto de los barcos, se establece el "porcentaje necesario para garantizar un rendimiento no inferior al 50% del promedio del año natural anterior en una jornada comparable por horario, tipo de mercancía y terminal".
Negociación abierta
El escenario de barcos en los puertos sin descargar, colas de camiones varadas antes las terminales portuarias y mercados menos abastacidos no es la primera vez que se ve, porque el conflicto de la estiba ha vivido varias 'desconexiones' desde locales y europeas.
Las empresas portuarias, logísticas, distribuidoras y comercializadoras hablan de pérdidas de cientos de millones e, incluso el Gobierno, alerta de consecuencias más allá de los días concretos de los paros.
La patronal ha venido denunciando en los últimos meses huelgas encubiertas y sabotajes, pero la huelga iría más allá. Incluso De la Serna ya advirtió del desvío de tráfico constatado hacia los puertos de Marsella o Tanger, entre otros.
Solidaridad internacional en el sector
Los trabajadores cuenta en principio con la solidaridad internacional del sector demostrado en comunicados y muestras de fuerza como la reunión concitada en Algeciras en marzo. Hay el compromiso de no reventar una huelga en España, según CETM.
Los trabajadores insisten es que su trabajo es altamente productivo, que hacen a los puertos españoles competitivos y que la reforma, tanto la del Gobierno como la negociación con la patronal, busca precarizar su empleo, como ejemplifican, ha ocurrido en países como Grecia.
Vuelta al ciclo negociador
Este mismo viernes el secretario de CETM, Antolín Goya, ha insistido en que su reivindicación es que las empresas, aunque preferirían que fuera el Gobierno, garanticen la subrogación de todo el empleo, excluyendo las prejubilaciones, a cambio de reducir su salario un 10%.
La patronal Anesco ha pedido en este punto el amparo de Fomento para resolver el conflicto. Y Fomento ha pedido responsabilidad a las partes, ha valorado que la solución solo necesita tiempo y buenas formas (desconvocar los paros), porque en su opinión "no hay obstáculos".
Otra vuelta de tuerca más en la estrategia casi cíclica que habrá que ver cómo le afecta este nuevo factor, la huelga y los puertos de todo el país paralizados.