Naciones Unidas acusa a Birmania de confiscar los alimentos y suspende los vuelos
- Cruz Roja confirma a RTVE.ES que ellos sí que seguirán repartiendo alimentos
- La sede diplomática de Tailandia cierra por vacaciones y paraliza los trámites
- La ONU advierte de que lo que se ha visto hasta ahora es solo la punta del iceberg
- Los convoyes con ayuda que partirán desde Bangkok tardarán una semana en llegar
- Las carreteras son tan estrechas y están tan dañadas que es imposible llegar antes
Casi una semana después del paso del huracán Nargis que ha arrasado Birmania la ayuda humanitaria sigue teniendo dificultades para llegar a la zona. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas acaba de suspender sus vuelos con ayuda después de que Birmania se haya apropiado de un cargamento con ayuda humanitaria.
La Junta Militar, que gobierna con mano de hierro desde 1962, se ha quedado con la comida de dos cargamentos de comida en el aeropuerto de Rangún.
"Vamos a suspender nuestros vuelos hasta uqe tengamos garantías de las autoridades" ha explicado furioso a la CNN el director del PMA regional, Tony Banburi. Los dos aviones transportaban 38 toneladas de galletas energéticas, suficientes para alimentar a 95.000 personas.
Por su parte, Cruz Roja sigue repartiendo la ayuda entre la población, según han confirmado fuentes de esta ONG a RTVE.ES. Cruz Roja tiene varios equipos que trabajan sobre el terreno integrados por birmanos.
Pero no son las únicas dificultades que está poniendo una Junta Militar que quiere la ayuda pero no los cooperantes. La ONU advierte de que estamos ante una catástrofe de la que sólo se ha visto la punta del iceberg.
La embajada birmana en Tailandia se ha tomado unas vacaciones por una fiesta local, por lo que hasta el lunes o el martes no se expedirán nuevos visados para los trabajadores humanitarios.
A situaciones surrealistas como éstas, se unen las dificultades sobre el terreno como las problemas para llegar por carretera desde Bangkok hasta Rangún, un viaje que puede llevar entre seis y diez días.
Problemas con los visados
Los trabajadores humanitarios y expertos internacionales que se encuentran en Bangkok deberán esperar, al menos, cuatro días más para poder entrar en Birmania y ayudar a las víctimas del ciclón que devastó el país durante el fin de semana dejando más de 23.000 muertos y 41.000 desaparecidos, según fuentes del Gobierno. Otras fuentes hablan de más de 80.000 y EE.UU. eleva los fallecidos hasta 100.000.
La Embajada birmana en la capital tailandesa se ha tomado unas vacaciones por una fiesta local. Miembros de la ONU y varias agencias de viajes han explicado que la delegación diplomática les han informado de que las peticiones de visado no se estudiarán hasta el lunes o el martes a pesar de que hay millón y media de afectados.
"Esta es una espera de cuatro días que simplemente no debería suceder", ha afirmado el portavoz del programa Mundial de Alimentos de la ONU (PAM), Paul Risley. "Es una espera demasiado larga para las personas cuyas vidas están en peligro", ha resaltado el portavoz.
En Tailandia se celebra una antigua fiesta brahmánica, una ceremonia para la fertilidad de la agricultura, que data de hace unos 700 años y se celebra al inicio de la nueva estación de crecimiento del arroz. Aunque la población civil observa esta fiesta, los mercados y negocios financieros abren sus oficinas.
La portavoz de la Agencia de la ONU para Asuntos Humanitarios, Elisabeth Byrsre, ha reconocido que va muy lento el proceso de entrega de visados.
Las agencias de la ONU han solicitado unos 100 visados, pero al parecer se han recibido hasta ahora menos de media docena, según la confusa información ofrecida por distintos portavoces. Byrs ha insistido en que "seguimos esperando, y ninguna petición de visado ha sido rechazada".
400 kilómetros en seis días como mínimo
La ayuda por carretera desde Tailandia también tardará en llegar. Recorren los 400 kilómetros que separan este la frontera de este país de Rangún, la antigua capital de Birmania pude llevar entre seis y 10 días por las espantosas comunicaciones.
La carretera, que a veces se corta para los extranjeros por los ocasionales ataques de grupos rebeldes, cuenta con empinados y estrechas gargantas. El camino es tan estrecho que en algunos puntos el tráfico viaja en una direción un día, y en la contraria al siguiente.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) enviará este sábado dos o tres camiones con 5.000 sábanas de plástico y 200 tiendas de campaña. Creen que la mercancía tardará en llegar más de una semana por los daños que ha ocasionado el ciclón Nargis en las carreteras.
De momento, están ayudando en la zona los trabajadores que ya estaban en el país y han llegado los primeros aviones de la ONU y Cruz Roja, a parte le los primeros envíos de Tailandia, China e India, países con buenas relaciones con Myanmar, la antigua Birmania.
La punta del Iceberg
La ONU ha advertido de que aún no es posible conocer la situación real provocada por el ciclón Nargis en Birmania y que lo que se ve es "sólo la punta del iceberg", pero calcula que al menos un millón y medio de damnificados necesitan ayuda en los próximos seis meses.
"La situación es extremadamente grave sobre el terreno. Sólo vemos la punta del iceberg y el balance (de víctimas) sigue en aumento", ha dicho la portavoz de la OCHA (Agencia de la ONU para Asuntos Humanitarios), Elisabeth Byrs, en conferencia de prensa.
Byrs ha explicado que la ONU va a lanzar una petición de fondos de urgencia en Nueva York "para ayudar en los próximos seis meses a 1,5 millones de personas".
- temas:
- Birmania