¿Existe el trabajo ideal?
- Tirma, reportera de 'Españoles en el Mundo', admira mucho su trabajo
- Hace una reflexión con motivo del primer aniversario del programa
- Lee también los textos de Lucía, Luis, Belén y Laura y el de la directora
Ver también el especial del primer año en antena
06.10 a.m. Suena la alarma del móvil. Es de noche y hace frío. No queda leche. Cojo el metro hasta Plaza de Castilla. Kilos de legañas por metro cuadrado.
Todos los curritos hacemos fila esperando el bus. Se me ha escapado el C57, que me deja más cerca. No tengo cambio. El conductor se pone nervioso. Toca levantar el billete de 20 euros y pedir monedas entre la gente. Me siento como si acabase de guardar el acordeón. Varias señoras abren sus monederos. Misión cumplida. Escojo mi asiento y soy feliz. ¿Por qué? Porque tengo turno de mañana editando 'Españoles en el Mundo'.
Alérgica a los madrugones, cuando me di cuenta de la ilusión con la que iba a trabajar cada mañana supe que había escogido el camino correcto. Hace unos cuantos años tuve que decidir entre preparar unas oposiciones -el clásico ¿tú te sacas la plaza y luego ya harás lo que te gusta¿- o venir a Madrid y empezar otra vez. Desde que trabajo en 'Españoles en el Mundo' mi madre ha vuelto a colocar la foto de la orla en el salón, así que ánimo a todos los que se arriesgan.
Yo soy el último fichaje del equipo. Llegué cuando el trabajo duro ya estaba hecho, cuando llamar en nombre del programa te abre todas las puertas. Y es que 'Españoles en el mundo' genera cariño, empatía, confianza, curiosidad entre la gente. Más allá de los viajes, éste es el verdadero privilegio de trabajar aquí.
Alguno se despista y te pregunta si eres de 'Callejeros en el mundo' o de 'Madrileños viajeros', pero eso son gajes de la tele...
"Por fin los españoles somos viajeros"
Escribo estas líneas con la maleta abierta porque en unas horas volamos a Bogotá. Éste es el verdadero espíritu del programa. Allí me encontraré con gente que ha decidido salir de España por mucho jamón de Guijuelo que tengamos. Después de tantos años siendo un país de emigrantes por fin los españoles somos viajeros.
Hasta hace dos días vivir en el extranjero casi era una excentricidad, el famoso ¿qué se le habrá perdido allí?. Hoy fantaseamos con empezar de cero en cualquier lugar y por eso 'Españoles en el Mundo gusta tanto. Si iniciativas como las becas Erasmus han abierto el camino en nuestra relación con el resto del mundo, quién sabe si este programa hará subir el censo de españoles en otras embajadas.
No sé si es el trabajo ideal, pero estoy segura de que en algún momento de mi vida echaré de menos esta etapa. Así que por lo pasado y por lo que viene: GRACIAS A TODOS