La evolución del mercado de la automoción sigue convulsa debido fundamentalmente a la incertidumbre de los usuarios sobre qué tipo de vehículo adquirir, con unos precios absolutamente disparados, con ayudas enfocadas exclusivamente al vehículo eléctrico, que no consigue despegar en sus ventas ni desplegar una red de recarga suficiente.
A esta situación se añade la decisión de Europa de penalizar con aranceles la importación de vehículos de fabricación china, lo que sin duda repercutirá en el usuario final que terminará pagando el incremento del precio resultante.
En España la Dirección General de Tráfico impulsa la trazabilidad total de los vehículos usados a través del Libro Taller o el Pasaporte VO, y simultáneamente plantea desarrollar una propuesta para clasificar los vehículos en función de sus niveles de seguridad para que puedan ser favorecidos con algún tipo de ventajas, lo que sin duda podría incentivar la necesaria la renovación de un parque automovilístico altamente envejecido con vehículos dotados de los sistemas ADAS que Europa obliga a equipar en las nuevas matriculaciones desde este pasado mes de julio.
Carlos Bustillo, presidente de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción -AMDA - y Orestes F Serrano, de Fesvial, analizan toda esta situación.