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Bakú, la primera ciudad petrolífera del mundo, acoge desde este lunes a representantes de 200 países que negocian cómo frenar el cambio climático. La capital de Azerbaiyán es la sede de la cumbre del clima, la COP29, un encuentro organizado por la ONU que cada año reúne a decenas de miles de personas en una ciudad distinta del mundo para hacer frente al mayor reto para la humanidad.

Este año el foco de la cumbre está puesto en la financiación, el dinero que los países ricos deben dar a los menos desarrollados para ayudarles a adaptarse al cambio climático y a mitigar sus emisiones.

Es la mayor planta fotovoltaica de autoconsumo en un parque de atracciones en España. Son proyectos financiados con inversión pública y privada que evitarán la emisión de cuatro mil toneladas de C02 al año. Es un ejemplo del compromiso de descarbonización de las grandes empresas.

Francisco Doblas, director del departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center, se encarga de la simulación de escenarios extremos y la evolución del cambio climático y ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní en el especial por los 100 años de radio. El científico cuenta que los experimentos que se llevan a cabo tienen el objetivo de "ayudar a poder estimar qué va a pasar en el futuro, en los próximos 10 años, 20 años, en los próximos 50 años".

Doblas explica que esto es importante tanto por el hecho de "estar preparados para lo que ocurra dentro de un periodo relativamente corto", y también "para poder entender cuáles son los procesos responsables de lo que está ocurriendo en estos momentos", refiriéndose a fenómenos como la DANA. El entrevistado explica que aunque la previsión es importante, "hay que tener una visión un poquito más amplia", poniendo el foco en que hay que "diseñar nuestro entorno, la sociedad, el sitio en el que nos movemos para que los daños de estos fenómenos tengan un impacto menor", concretamente, se refiere a la adaptación y, dice, "para poder adaptarnos necesitamos información".

Mientras seguimos profundamente conmovidos por los devastadores efectos de la DANA en la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, una pancarta gigante con un crespón negro de Greenpeace en pleno centro de Madrid nos recuerda que frenar el cambio climático salva vidas. A nosotros y sobre todo a los mandatarios políticos reunidos en Azerbaiyán la COP29 a quienes demandan que impulsen con valentía acuerdos concretos como el abandono real de los combustibles fósiles para limitar el aumento del calentamiento global a 1,5°C. 

La organización ecologista exige tanto en la COP como en España, que los acuerdos antepongan la protección de la vida en el planeta y los derechos de la ciudadanía por encima de los intereses económicos vinculados a los combustibles fósiles.  

Mientras, el buque científico ‘Ramón Margalef’ del Instituto Español de Oceanografía busca víctimas de la Dana en el mediterráneo. Hace tres años empleó su robot sumergible  logró recuperar a mil metros de profundidad el cuerpo de Olivia, una niña asesinada en Canarias. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el mayor organismo de ciencia en España, activó su Grupo de Asesoramiento en Desastres y Emergencias el 30 de octubre y desde entonces ha ofrecido sus recursos a las autoridades, incluido este buque que lleva el nombre del ilustre y querido oceanógrafo y ecólogo catalán, primer catedrático de Ecología en España, Ramon Margalef.

Azerbaiyán acoge estos días la Cumbre del Clima, en la que casi 200 países debaten cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono. Los expertos climáticos hace tiempo que defienden que hay que eliminar los combustibles fósiles, pero este año el mensaje se lanza ahora desde un país en el que el petróleo y el gas representan el 90% de sus exportaciones.

Foto: AP Photo / Rafiq Maqbool

La cumbre del clima en Azerbaiyán comienza este 2024 con muchos compromisos pendientes. "La revolución de la energía limpia ya está aquí y ningún gobierno lo parará", comentaba este martes el Secretario General de Naciones Unidas. Sin embargo, tras un año con récord de temperaturas, varios fenómenos extremos y dos guerras en marcha, ¿en qué ha quedado el acuerdo del año pasado de acabar con los combustibles fósiles antes de 2050? Los expertos aseguran que, si bien hay una transición evidente, no está siendo tan rápido como lo esperado. Este martes, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha aprovechado la cumbre para anunciar que reducirá sus emisiones en un 81% para 2035. Es poco habitual escuchar anuncios tan ambiciosos y aún menos habitual todavía, según dicen los científicos, que se cumplan.

Bakú, la primera ciudad petrolífera del mundo, acoge desde este lunes a representantes de 200 países que negocian cómo frenar el cambio climático. La capital de Azerbaiyán es la sede de la cumbre del clima, la COP29, un encuentro organizado por la ONU que cada año reúne a decenas de miles de personas en una ciudad distinta del mundo para hacer frente al mayor reto para la humanidad.

La cumbre de este año está centrada en la financiación: "Estamos pidiendo 1 billón de dólares anuales, que es lo que se ha calculado que se necesita para reducir las emisiones, adaptarse a los cambios que está sufriendo el clima y hacer frente a las pérdidas de las catástrofes, como la DANA en Valencia", ha explicado a TVE Pedro Zorrilla, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España.

Sobre el compromiso de limitar el aumento del calentamiento global a 1,5 grados, "la ciencia dice que estaríamos aún a tiempo con las medidas adecuadas y no podemos dejar de hacerlo", ha dicho Zorrilla quien pide actuación y ayuda por medio de subvenciones.