- Según los primeros estudios, procederían de un vertido realizado por el buque portacontenedores WEC Vermeer
- Se encuentra retenido en el puerto de Vigo desde el pasado domingo
- Les infraestructures han estat finançades a través del cànon de sanejament i han tingut un cost de 27 milions d’euros
- Recull les aigües residuals i pluvials des de la zona de Llevant de Palma i les deriva o al tanc o a la depuradora
Seis días de novembro: a cronoloxía do naufraxio
- Os veciños de Muxía chegaron a ver a silueta do Prestige apenas a tres millas da costa
- O buque acabou afundido tras provocar unha marea negra que afectou a máis de 3.000 quilómetros de litoral
Haberá outra marea negra?
- Cada día, un cento de mercantes circulan polo corredor marítimo fronte á costa galega
- Os protocolos deixan en mans da Mariña Mercante as decisións sobre os buques con problemas
Haberá outra marea negra?
Cada día, un cento de mercantes circulan polo corredor marítimo fronte á costa galega. Os protocolos deixan en mans do director xeral da Mariña Mercante a decisión última sobre que facer cun buque con problemas
- En 2002, las costas de Finisterre vieron como el petrolero se hundía en el mar cargado con 77.000 toneladas de fuel
- TVE se ha desplazado hasta Muxía, conocida como la zona cero, para poner el foco en el desastre ecológico
Cuando el Prestige emitió la señal de socorro, la estrategia del Gobierno central y de la Xunta fue clara: remolcar el barco lo más lejos posible. El mensaje que transmitió fue que el riesgo de marea negra era bajo. Pero el buque, herido de muerte, no aguantó una travesía de más de 400 kilómetros con constantes cambios de rumbo, y naufragó a 250 kilómetros de la costa de Finisterre.
Han pasado dos décadas del desastre del Prestige y todavía en algunas zonas se puede ver la huella que dejó la marea negra, y eso que la costa gallega se recuperó, en general, antes de lo esperado. El impacto de la catástrofe dejó 63.000 toneladas de fuel derramadas y casi 3.000 kilómetros de costa impregnados. La marea negra paralizó la actividad pesquera de miles de personas.
Solidaridad frente a la marea negra del Prestige: las dos caras de una misma catástrofe
- El vertido generó la mayor oleada de solidaridad nunca vista en España y ayudó al despertar de una conciencia ambiental
- El abandono institucional que sintió buena parte de la población se tradujo en la creación del movimiento Nunca Máis
Nacho Castro, gerente de la Cofradía de Pescadores de Muxía, fue voluntario durante la catástrofe del Prestige y resume aquellos días con una frase: "La eterna lucha de David contra Goliat". "Recuerdo la desesperación: accedías a una zona de limpieza, limpiabas hoy y mañana te encontrabas otra vez con la misma situación", explica en el informativo 24 horas. Castro cree que la costa pudo recuperarse gracias a los cientos de miles de voluntarios: "Por Muxía pasaron 160.000 personas". Y asegura que muchas movilizaciones sociales han surgido del espíritu de 'Nunca máis', como las de la guerra de Irak o incluso el 15-M. Respeco a si hemos aprendido de aquella catástrofe, Nacho lo tiene claro: "Tenemos que hacer un cambio drástico de las energías derivadas de los fósiles a energías verdes. Tenemos la obligación moral de entregarle esta tierra en mejores condiciones a nuestros hijos".
Se cumplen 20 años del accidente del Prestige. Fue una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia. El buque terminó vertiendo 63.000 toneladas de fuel. Tiñó de negro la costa gallega con el llamado chapapote. Miles de voluntarios de todo el país se volcaron para limparlo. Nació el movimiento Nunca Maís como respuesta a una cuestionada gestión política.
FOTO: Imagen de archivo de un voluntario mostrando un cangrejo manchado de chapapote en 2002. EFE
Las huellas visibles del Prestige: galletas de chapapote, animales afectados y una "carretera" submarina
- Alejar el barco fue una decisión desacertada que provocó la contaminacion del litoral gallego prácticamente en su totalidad
- Aunque la mayor parte se ha limpiado, los habitantes de la Costa da Morte siguen encontrando rastros del vertido
Testigos del desastre del Prestige: "Cuando llegó el chapapote, creí que el mundo se acababa"
- Los habitantes de la Costa da Morte recuerdan aquellos días en los que se vieron inundados por la marea negra
- "No pensábamos que iba a quedar todo como ha quedado, sino que iba a ser peor", afirman
"Cuando sucedió no había un inventario de recursos ni de ecosistemas marinos realizado por la Xunta, por tanto no había ningún punto de referencia para definir el impacto ambiental en el medio marino. Lo triste es que ahora tampoco lo hay, si volviera a suceder", denuncia Xaquín Rubido, portavoz de Nunca Máis en Hablando Claro . Rubido sostiene que es posible que se repita otra tragedia del Prestige : "La normativa europea, que es más estricta, solo afecta a los buques que tocan puerto de la UE, el riesgo sigue existiendo. Además una parte de ese transporte marítimo está bajo banderas de conveniencia", ha explicado en el programa de La 1 en el que también ha recordado el nacimiento de la asociación.
Foto: EFE/Salvador Sas
Lola Godar tenía 42 años el 13 de noviembre de 2002 y, aunque en ese día no lo pensaba, ahora sigue trabajando. "Lo primero fue plantar nuestra tarea de marisqueo, ir a la lonja, coger cacharros e ir a limpiar, creíamos que nos íbamos a quedar sin nuestro puesto de trabajo", ha recordado la mariscadora en Hablando Claro sobre la tragedia del Prestige .
Foto: ARCHIVO/EFE/Salvador Sas/pdm
El 13 de noviembre de 2002 es un dia que Javier Sar, por aquél entonces patrón mayor de la Confradía de Pescadores de Muxía, no olvidará. El fue uno de los que dio la voz de alarma de la tragedia del Prestige . “"Estábamos en plena faena de arrastre y ya vimos cuál iba a ser la tragedia. Era una mancha de 4 km de ancho", ha recordado Sar en Hablando Claro.
Foto: Europa Press/ARCHIVO/Álvaro Ballesteros
Se cumplen 20 años del desastre del Prestige, una "chatarra flotante" que transportaba 77.000 toneladas de fuel
El vertido de su carga afectó a 2.000 kilómetros de costa y al 75% de las playas de la cornisa cantábrica
La gestión de la crisis por parte de las administraciones provocó la mayor protesta ciudadana de la historia de Galicia
Hace 20 años, un día como hoy, sucedió uno de los mayores desastres ecológicos de Europa: el Prestige, un petrolero cargado con 77.033 toneladas de fuel, naufragó contra las costas gallegas. José Vilela, pescador de pulpo y marisco en Muxía desde hace 31 años, se enteró de la tragedia mientras vendía pescado con su padre. "El olor era insoportable, era como si el mar fuese una gasolinera", explica José, pero asegura que no se imaginaban el alcance que tendría esta catástrofe.
Olga Sendón, percebeira, vivía en O Coído, considerada la 'zona cero' del vertido: "Nos levamos de la cama y la primera impresión era que teníamos un escape de gas butano en casa. Después llegamos a la cocina y vimos que estaba todo perfecto", nos cuenta. Los pescadores tuvieron que cambiaron sus jornadas en el mar por la limpieza intensiva, aunque no tenían mascarillas, guantes ni medios para hacerlo. Recuerdan que el ánimo era agotador. "Mi marido estaba triste, no veía futuro, no sabíamos cómo ibamos a pasar las navidades", recuerda Olga, que cree que una tragedia así podría volver a ocurrir.
Las cuatrofugas detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 encienden las alarmas ambientales. Más allá de las acusaciones de sabotaje o de la crisis energética, la salida de gas al Mar Bático es un grave problema medioambiental por los cientos de miles de toneladas de metano que se liberan a la atmosfera, según los expertos.
Según cálculos de Greenpeace, los escapes emitirán en total 150.000 toneladas de metano, el equivalente a 30 millones de toneladas de dióxido de carbono, o lo que el igual, a las emisiones anuales de 20 millones de turismos en la Unión Europea.
Foto: Handout / DANISH DEFENCE / AFP
Hablamos sobre el impacto medioambiental de las fugas de gas detectadas en los gasoductos Nordstream que recorren el Mar Báltico con Francisco del Pozo, responsable de combustibles fósiles de Greenpeace España.