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En la campaña electoral en Estados Unidos ha vuelto a tener gran presencial la desinformación. ¿El problema es de los políticos o de las sociedades? ¿Hasta qué límite es capaz de dinamitar una democracia sana y consolidada la desinformación? Analizamos en 24 horas de RNE con Víctor Sampedro, catedrático de Comunicación y Opinión Pública en la Universidad Rey Juan Carlos, el papel que han jugado los bulos y la desinformación en estos comicios.

Otro de los aspectos diferentes en las elecciones en Estados Unidos es la existencia de la votación anticipada. Hay estados en los que se lleva votando semanas, en algunos incluso un mes y medio. Por lo tanto, los ciudadanos ya han acudido a las urnas, 70 millones de personas ya han depositado sus votos. Uno de los motivos de los votantes para optar por esta opción es evitar las colas el propio día de la votación. Todos estos votos se encuentran custodiados y guardados hasta el cierre de los colegios electorales en todo el país, que será cuando se empiecen a contar. Nos lo cuenta nuestra corresponsal en Estados Unidos, María Carou.

El sistema electoral de los Estados Unidos es complicado. Cuando los ciudadanos acuden a las urnas votan por Donald Trump o Kamala Harris, sin embargo, esta es una votación indirecta. A lo que realmente votan es al Colegio Electoral, un órgano formado por 538 electores. Gana quien consiga la mitad de ellos o de ahí hacia arriba, es decir, quien se lleve al menos 270. Esos electores se reparten según la población de cada Estado. Nuestra corresponsal en Estados Unidos, María Carou, nos cuenta el funcionamiento de estesistema electoral con más detalles.

En la recta final de las elecciones estadounidenses el candidato republicano, Donald Trump, parece convencido de que borrará de un golpe a su rival, Kamala Harris. El expresidente asegura que este martes será "el día de la liberación de Estados Unidos" e insiste en que entre sus primeras medidas como presidente estará la mayor deportación de criminales de la historia del país.

Kamala Harris, por su parte, estuvo en un solo estado, Pensilvania pero no paró e hizo campaña puerta a puerta. Visitó un restaurante hispano y se rodeó de celebridades en su discurso final, mucho más moderado que el de su rival. "Ganaremos porque sabemos lo que defendemos y por lo que luchamos", aseguró la demócrata que repetía que la carrera no ha acabado.

Foto: Kent Nishimura / GETTY - REUTERS / Brian Snyder

Hay un lugar en Pensilvania donde el voto se pelea casa por casa. El Telediario ha vuelto al condado de Erie, en pleno cinturón de óxido, en el estado de Pensilvania, donde estuvo en 2020. Las fábricas despidieron durante décadas a miles de obreros.

Hace cuatro años montaron en el coche de Patty para entender por qué una demócrata y sindicalista de toda la vida había cambiado su voto por Trump. En 2024 todavía son visibles las cicatrices del declive industrial y Patty vuelve a votar a Trump porque, según ella, "es un empresario, construye cosas, construye torres, construye hoteles, y si lo único que hace ahora es bajarme los precios ya le beso los pies".

En el restaurante mexicano, los trabajadores apuestan por Kamala Harris "porque apoya mucho a la gente". En la iglesia bautista El Calvario, el pastor Sonny Concepcion escucha de todo: "Hay gente que cree que una mujer no puede llegar a presidente, gente que cree que hombre que hizo tanto daño no puede volver".

Erie es un condado diverso, alberga muchos mundos: el código postal más pobre de Estados Unidos, el lago, el campo... En 2016 ganó Trump. En 2020, Biden. El periodista local del 'Erie News Now', Jameson Hixenbaugh, asegura que tienen "un historial de ser cruciales en las elecciones". Y otra vez pueden determinar al ganador.

En el cuartel de la campaña demócrata se preparan para pedir el voto puerta a puerta. El congresista demócrata por el estado de Pensilvania, Ryan Bizarro, asegura que "la política es algo muy divisivo ahora mismo, la gente ha dejado de hablarse con sus propios familiares". Como en casa de Patty, donde su hermana y su sobrina están enfadadas porque una vota a Harris y la otra a Trump. El condado, como esta familia, como Estados Unidos, está partido por la mitad. Dicen que Pensilvania es un microcosmos del país, con ciudades, suburbios, campo, cinturón industrial... y aquí la carrera por la casa blanca no puede estar más reñida.

Ucrania sigue con atención las elecciones presidenciales estadounidenses este martes.

La elección del candidato republicano, Donald Trump, o de la candidata demócrata, Kamala Harris, podría cambiar el rumbo de la guerra entre Rusia y Ucrania en los próximos meses, lo que tiene a los ucranianos muy pendientes de las urnas en EE.UU.

Foto de Rostyslav Averchuk / EFE

En la recta final de las elecciones en Estados Unidos, las encuestas continúan tan igualadas entre Kamala Harris y Donald Trump que es imposible anticipar quién será el ganador. Mark Hugo López, director de investigación sobre raza y etnicidad en el Pew Research Center de Washington, asegura en 24 horas de RNE que no conoceremos el resultado de estos comicios hasta dentro de una semana: "No vamos a saber mañana quién va a ganar las elecciones, vamos a necesitar casi una semana para saber el resultado", vaticina Mark Hugo.

¿Cuál es el perfil de los votantes demócratas y republicanos en Estados Unidos? ¿Qué temas están entre sus principales preocupaciones? "La economía es el asunto que más importa a los votantes que apoyan a Donald Trump y los que apoyan a Kamala Harris: la inflación, los problemas con la vivienda...Son los principales problemas que preocupan a los estadounidenses ahora", explica el investigador. El segundo asunto más importante para los seguidores de Trump es la inmigración. Para los de Harris, lo es la salud. También la inmigración, aunque menor en comparación con otros asuntos como las armas o el abordo, ya que la mayoría de sus votantes son mujeres. "Tenemos una brecha entre los hombres y las mujeres en los niveles de apoyo de los dos candidatos pero también en los asuntos que son más importantes", cuenta Mark Hugo.

Entrevista completa en RNE Audio.

Además, medimos el pulso del país en los últimos mítines de ambos candidatos. Nuestro enviado especial, Fran Sevilla, sigue al expresidente republicano Donald Trump y María Carou, corresponsal de RNE en Estados Unidos, está siguiendo a Kamala Harris, la candidata demócrata a presidir la Casa Blanca.

Los sondeos indican que pocas veces se ha visto un escenario tan igualado, aunque en las últimas horas algunas encuestas vuelven a situar a Harris con una minúscula ventaja en algunos de los estados bisagra. Hablamos desde Washington con Melisa Díaz, consultora, estratega y analista política.

Hace cuatro años, el Estado de Georgia fue el epicentro de la teoría del robo electoral que Donald Trump defendía a capa y espada tras perder contra Joe Biden. También allí está pendiente de ser juzgado por intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020. Desde la Casa Blanca, Donald Trump llegó a llamar al secretario de Estado de Georgia, que es el encargado del recuento electoral y un cargo republicano, y le pidió que le encontrase los 11.000 votos que le darían la victoria en el Estado.

María Carou, corresponsal de RNE en Washington, habla con Brad Raffensperger, el secretario de Estado al que Donald Trump llamó el 2 de enero de 2021. También se acerca a los ciudadanos de Georgia para saber si creen o no las teorías de Trump de que se está preparando un nuevo supuesto fraude electoral.

La economía siempre es un tema determinante y en estas elecciones de Estados Unidos aún más. Junto al aborto y la inmigración, ha sido eje central de esta campaña. Para Donald Trump, estos cuatro años han sido un desastre y promete rescatarla con menos impuestos y más aranceles. Kamala Harris defiende la gestión y promete una economía para todos. Y aunque los datos demuestran que la economía va bien, la mayoría de los estadounidenses tiene la sensación de que no es así. La culpa la tiene la inflación, que se disparó por culpa de la pandemia, y aunque ya moderada, la percepción es que todo cuesta mucho más.

Foto: ROBERTO SCHMIDT y DAVID BECKER / AFP