Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Hoy se cumple el 25 aniversario del genocidio de Srebrenica, el crimen más atroz ocurrido en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, palabras del secretario general de la ONU. Allí murieron más de 8.000 musulmanes bosnios a manos del ejército serbobosnio. Es todavía una herida abierta en Europa según la Comisión Europea aunque hay quienes quieren borrar el recuerdo o relativizar el asesinato. En algunos centros de enseñanza serbobosnios se ha llegado a glorificar a los criminales de guerra. Se ha inaugurado una residencia estudiantil con el nombre de Radovan Karadžić, el líder de los serbios de bosnia que cumple cadena perpetua en La Haya y por las calles se pueden ver algúnos murales de Ratko Mladić, conocido como el carnicero de Srebrenica. El coronavirus ha obligado a suspender la tradicional marcha del recuerdo y la de los supervivientes y familiares de muertos y desaparecidos por la ciudad. Lo cuenta Aurora Mínguez.

El 11 julio de 1995 más de 8.000 bosnios musulmanes fueron asesinados en la ciudad de Srebrenica por el ejército serbobosnio bajo el mando del general Ratko Mladić y el grupo paramilitar serbio conocido como "Los Escorpiones". La peor masacre en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial y un caso de limpieza étnica que escandalizó al mundo entero y precipitó el fin de la guerra en Bosnia. Un cuarto de siglo después, las heridas siguen sin cerrarse y la masacre sigue siendo uno de los principales puntos de discusión entre las comunidades bosnia (musulmana) y serbia (cristiana ortodoxa).

En Burundi, un pequeño país del África subsahariana situado en la región de los Grandes Lagos, vecino de Ruanda, se produjo uno de los genocidios más terribles de la historia reciente: en los 90, cientos de miles de muertos, la mayoría a machetazos.

El próximo 10 de diciembre, se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Con motivo de esta conmemoración, Centro Sefarad Israel organiza la conferencia Genocidios en la historia. El profesor Hernando Valencia Villa será el encargado de explicar qué se entiende por genocidio, analizar los elementos comunes que tienen y hacer un repaso por los genocidios de los últimos tiempos.

Marie Mukamunana vivió en primera persona las masacres contra los tutsis en 1994, en una zona rural alejada de la capital en el este de Ruanda. Su testimonio ha sido vital para identificar, juzgar y condenar a Octavien Ngenzi y Tito Barahira, dos alcaldes que dirigieron las masacres en el pueblo de Kabarondo y cumplen hoy cadena perpetua en Francia. Es la última historia que nos deja nuestro compañero Santiago Barnuevo desde Ruanda, donde este fin de semana han tenido lugar los actos conmemorativos del genocidio contra los Tutsis de 1994.

Ruanda ha recordado el genocidio que hace 25 años acabó con la vida de 800.000 personas, en medio de la pasividad de la comunidad internacional. Este domingo, ha sido una jornada de homenaje a las víctimas de la mayor masacre de finales del siglo XX. Para no olvidar lo ocurrido y honrar a las víctimas, se han levantado seis memoriales en lugares donde hubo matanzas.

Estamos a las puertas de conmemorar el 25 aniversario del inicio de uno de los peores genocidios del siglo XX: el de Ruanda. El país africano -un cuarto de siglo después- se esfuerza en conseguir que las nuevas generaciones pasen página, cierren heridas.

Al menos 800.000 personas -principalmente de la minoría tutsi- murieron masacradas por los hutus que tomaron el poder después de que un 6 de abril de 1994 se derribara el avión en el que viajaba el entonces presidente.

En Ruanda, sigue el enviado especial de RNE, Santiago Barnuevo.

Han pasado 25 años del terrible genocidio de Ruanda que acabó con 800.000 tutsis en tan solo 10 días. Nuestro compañero Santiago Barnuevo se encuentra allí recogiendo numerosos testimonios de supervivientes como el de Claudine Uwasakindi, que se encuentra en España y con la que hablamos.

Cientos de miles de muertos y millones de desplazados. Ese fue el balance del conflicto entre hutus y tutsis, dos etnias de Ruanda, que se libró en el año 1994 y que fue uno de los más violentos que se recuerdan. Nuestro enviado especial Miguel Molleda fue testigo del horror de lo que allí sucedió cuando visitó los campos de refugiados ese mismo año.

Entre 1975 y 1979 se escribió el peor capítulo de la historia de Camboya. Durante esos cuatro años la población vivió bajo el régimen de terror de la guerrilla de los jemeres rojos. Cerca de dos millones de personas fueron torturadas y ejecutadas. 40 años después, los dos últimos líderes vivos de esa organización han sido condenados a cadena perpetua por un delito de genocidio y crímenes contra la humanidad.