Rusia acusa a EE.UU. de "echar leña al fuego" por autorizar a Kiev a usar misiles de largo alcance. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha declarado que "los ataques no se hacen con palabras. Estas cosas no se anuncian".
Estados Unidos ha autorizado a Ucrania a usar misiles de largo alcance contra Rusia, según publican medios estadounidenses. Era una de las principales demandas de Kiev. Llega a punto de cumplirse 1.000 días de guerra en Ucrania, y a dos meses para que acabe el mandato de Joe Biden al frente de la Casa Blanca. Justo este domingo, las fuerzas rusas han lanzado uno de los mayores ataques contra el sistema eléctrico de Ucrania de los últimos meses. Hay al menos siete fallecidos y cortes de luz en varias regiones del país.
Tras la invasión, la mayoría de puertos de Ucrania han quedado en manos rusas. El de Odesa es el único de gran capacidad que aún controla Kiev. Desde ahí salen el 95% de las exportaciones, a pesar de los continuos ataques de Moscú. Un proyectil ruso lanzado desde Crimea tarda 90 segundos en impactar en Odesa. El ejército ucraniano ha conseguido alejar a la flota rusa atacando sus barcos, pero es vulnerable a las armas de larga distancia. "Sus misiles balísticos son demasiado rápidos, necesitamos sistemas de defensa aérea", reclama Dmitro Pletenchuk, portavoz de las fuerzas navales.
A pesar de los ataques, Ucrania ha asegurado un corredor comercial hacia el Bósforo. "Ya exportamos casi los mismos volúmenes que antes de la guerra", asegura Ala Stoyanova, de la organización Odesa Agraria.
El viaje marítimo de los productos ucranianos es ahora más largo y, por tanto, más caro, pero Kiev mantiene su tráfico al abrigo de dos países costeros de la OTAN, Bulgaria y Rumania, mientras Rusia trata de conseguir la hegemonía del Mar Negro.
Los soldados ucranianos se adentran en un sendero en el bosque para llegar junto a un ferrocarril sin uso desde hace una década. Ahí tienen escondidos uno de los viejos tanques blindados soviéticos junto a otros de la OTAN.
En esta zona de la retaguardia, cerca de Chasiv Yar, a unos 15 km del frente, es donde se prueba todo el material que ha estado en primera línea para ver qué tipo de reparaciones necesitan. Desde la zona, un equipo de TVE acompaña a la brigada a un refugio, donde reconocen estar agotados. Es un momento en el que Kiev se plantea llamar a filas a 160 mil nuevos combatientes.
Continúan los combates en el frente del Dombás. Para los soldados heridos ucranianos, se ha dispuesto un autobús medicalizado que los recoge y trata a pie de calle. Muchos de los combatientes llegan con graves heridas y amputaciones, así como con problemas de salud mental. Un equipo de TVE acompaña a este autobús, que se abre camino varias veces al día por las carreteras ucranianas, para cumplir con su labor. Foto: Oleg Petrasiuk/Servicio de prensa de la 24ª Brigada Mecanizada de las Fuerzas Armadas de Ucrania/ vía REUTERS.