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Los rebeldes islamistas han derrocado este domingo el régimen de Bachar al Asad tras 24 años en el poder. Para conocer más sobre quiénes son y cómo se ha llegado a esta situación, hablamos con Leila Nachawati, escritora, profesora e investigadora experta en Oriente Medio. "Se ha visto que este régimen sin injerencias extranjeras no era nada", destaca, aunque avisa que el desmantelamiento del mismo "puede ser muy peligroso". Entre las consecuencias de esta caída, la salida de los presos de las prisiones sirias. "Eso en sí, desde un punto de vista simplemente humano, es histórico", celebra Nachawati.

Precisamente sobre las injerencias extranjeras en el país, especialmente de Rusia, afirma que el país se ha dado cuenta de que "su futuro en Siria no pasa por mantener a Al Asad" aunque señala que lo más difícil de predecir puede ser la postura del presidente turco Erdogan.

Los rebeldes islamistas toman Damasco y hacen caer el régimen de Al Asad tras 24 años. Haizam Amirah-Fernández, analista especializado en el mundo árabe contemporáneo, nos cuenta que "hay muchas dudas sobre lo que vendrá después de este régimen tiránico". "Ha sido una caída del régimen muy rápida, acelerada [...] Da la impresión de que el avance de los rebeldes responde a una planificación", informa en el programa especial de Radio 5 con Adrián Ferro. Amirah-Fernández insiste en que, después de tanto daño y destrucción con Al Asad, esto "es una oportunidad, por primera vez en más de 50 años, para que los sirios puedan construir algo nuevo". "Cuando hablo con amigos y amigas de Siria lloran de emoción". Aunque existe el riesgo de islamismo, el analista considera que "la apariencia es que se pretende un traspaso ordenado de las instituciones" y buscar una salida donde haya acuerdos y convivencia.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado en una entrevista en el Canal 24 Horas que nueve españoles permanecen en Siria (cinco mujeres casadas con ciudadanos sirios y cuatro cooperantes) y que solo uno de ellos ha solicitado salir del país tras la caída del régimen de Bachar al Asad. Albares ha reconocido que "a todos nos ha sorprendido la celeridad con la que ha sucedido" la fulgurante ofensiva rebelde que ha llevado a los insurgentes a tomar el control de las principales ciudades de Siria en 11 días.

Pese a la toma de Damasco y la huida de Al Asad, Albares cree que "la situación no indica que vaya a haber ningún tipo de caos" porque la administración actual está dispuesta a hablar con los rebeldes para decidir cómo formar un nuevo Gobierno.

"Oriente Medio ya tiene demasiada guerra como para que se extienda a Siria", ha señalado el ministro, que ha añadido que la toma de Damasco "es un cambio muy importante en un momento que Oriente Medio está muy desestabilizado".

Albares ha avisado que los rebeldes todavía no tienen el control total del país pese a que "el régimen de Al Asad se ha desmoronado" y ha señalado que "a todo el mundo le interesa una Siria pacífica y estable".

Foto: Ugur Yildirim/AP

Los rebeldes sirios han tomado Damasco esta madrugada y han puesto fin al régimen de 24 años de Bachar al Asad. En un mensaje televisivo, han anunciado que todos los encarcelados en las prisiones del régimen han sido liberados y que el presidente sirio ha salido de la capital esta madrugada en avión. "Control sobre Damasco sin derramamiento de sangre en virtud de un acuerdo que los insurgentes habrían alcanzado con los servicios de inteligencia del régimen", nos cuenta la corresponsal Laura Alonso. El líder de los rebeldes ha ordenado a los milicianos que no tomen las instituciones oficiales, que van a permanecer en manos del primer ministro sirio. Mohamed Ghazi al Jalali se ha mostrado dispuesto a colaborar con el "nuevo liderazgo de Siria" y asegura que no tiene pensado irse del país. La Casa Blanca sigue de cerca la situación en Siria y la atención se centra en cómo se van a posicionar Irán y Rusia, aliados de Bachar al Asad.

Casi 25 años después de su llegada al poder, Bachar Al Asad ha abandonado este domingo la capital de Siria antes de que los rebeldes controlaran la ciudad. Durante más de dos décadas, Al Asad ha gobernado el país con mano de hierro.

En el año 2000 heredó la presidencia tras la muerte de su padre, conocido como "El líder eterno". Contó con el apoyo del Parlamento sirio, que aprobó reducir la edad con la que se podía acceder a la presidencia de 40 a 34 años. El pueblo le otorgó su confianza con más del 97% de los votos.

Oftalmólogo de profesión, Al Asad llegó al poder con ideas de cambio para el país. Afirmó su compromiso con la recuperación económica y se abrió al mundo occidental.

En 2011, el deterioro de la situación socioeconómica y la represión política en el mundo árabe propició una oleada de protestas. La conocida como 'Primavera Árabe' se extendió por toda la región, llegando a Siria. Al Asad sofocó las protestas con contundencia: La población fue gaseada, bombardeada... Naciones Unidas acusó a Al Asad de usar armas químicas y calificó su respuesta de "política estatal de exterminio".

Las revueltas derivaron en una guerra entre el Gobierno y grupos rebeldes islamistas. La inestabilidad propició que el grupo terrorista Daesh se hiciera con parte del territorio. En 2015, Rusia entra en juego. El apoyo de Vladímir Putin devolvió el control político y militar a Bachar Al Asad.

Pese a los miles de muertos y millones de desplazados, en 2021, Al Asad fue reelegido presidente, por siete años más. Sin rivales de peso y con la oposición en el exilio, consiguió el 95% de los votos.

El pasado 27 de noviembre, la guerra, que parecía dormida, despertó. Una coalición insurgente inició una ofensiva contra el gobierno de Al Asad. Con Rusia, su principal aliada, centrada en la guerra en Ucrania y la expansión del conflicto entre Israel y Hamás, los rebeldes sirios vieron su oportunidad para recuperar territorios perdidos y tratar de acabar con el régimen.

Foto: Alexei Druzhinin, Sputnik, Kremlin

Lo que no consiguieron 13 años de sangrienta guerra, con más de 600.000 muertos y millones de desplazados y refugiados, se ha conseguido en tan solo 11 días de ofensiva.

El régimen sirio ha caído y su presidente Bachar al Asad tomaba un avión a primera hora del domingo con rumbo desconocido mientras los rebeldes entraban en Damasco. Ha sido la culminación de una ofensiva que comenzó el 27 de noviembre bajo el liderazgo de Abu Mohammad al Jolani, el líder islamista que comanda el grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham, el más poderoso de los grupos insurgentes.

La televisión estatal de Irán, el país que más respaldó el régimen sirio durante los años de guerra, informaba de la salida del presidente del país. Los mandos militares han notificado a sus oficiales, que el régimen autoritario de 24 años del presidente Bachar al Asad ha terminado.

Los rebeldes han anunciado que las instituciones públicas quedarán bajo el control del hasta ahora primer ministro hasta que sean entregadas de manera oficial. Al Jalali aparecía en un vídeo tendiendo la mano, ha dicho, a todo sirio que se interese por este país.

La caída de Damasco ha sido el último paso de una ofensiva en la que las ciudades principales del país, Alepo, Hama, Homs, Deraa... Han ido cayendo, como caían los emblemas de la dinastía Al Asad, que ha dominado el país durante 54 años. Sin resistencia y con un Ejército débil, sin la ayuda militar rusa de la que gozaron en otros tiempos.

Foto: LOUAI BESHARA / AFP

Los rebeldes sirios han celebrado su llegada a Hama, la última localidad capturada en su ofensiva contra el régimen de Al-Asad. El siguiente paso es la ciudad de Homs. Algunos combatientes aseguran que ya están a las afueras. Entretanto, miles de personas han huido a otras zonas del país.

El observatorio de Derechos Humanos sirio asegura que el ejército de Al-Asad ya se ha retirado de Homs, pero el ministro de Defensa lo niega. Por otro lado, el presidente turco, Erdoğan, asegura que ha intentado hablar con el presidente sirio sobre el futuro del país, sin obtener una respuesta positiva. Pese a ello, el ministro de exteriores turco estará en la reunión convocada en Catar de este fin de semana junto con el ruso y el iraní. Por otro lado, Jordania ha anunciado el cierre de su frontera con Siria, e Israel ha reforzado sus efectivos en los ocupados Altos del Golán, limítrofes con Siria.