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El estado de las masas de Gadafi vive una auténtica rebelión. La tercera gran revolución en el norte de África en un mes no supondrá el final de las ansias de libertad que tiene Oriente Medio. "Libia no es Túnez ni Egipto", decía uno de los hijos de Muamar el Gadafi. Sin embargo, como en Túnez y Egipto, lo que ha hecho estallar la revolución en Libia ha sido el peso del clan familiar y su distribución de la riqueza.

La gente sigue saliendo en la frontera entre Libia y Túnez por miles porque la situación en el oeste es complicada con las fuerzas de seguridad disparando contra los civiles y el Ejército usa armamento pesado. Cada día huyen unos 400 libios por la frontera. Los ciudadanos egipcios también se aucmulan en al frontera esperando poder viajar a su casa.

A pesar de que el régimen Libio solo reconoce "altercados aislados" en algunas ciudades, las pocas imágenes que llegan del país muestran nuevos enfrentamientos (26/02/11).

En Europa y Estados Unidos preocupa el vacío de poder en las zonas que ya no están bajo del control de Gadafi. La población se está organizando en torno a comités populares y la antigua estructura basada en grandes clanes o tribus. Se encargarían de la justicia, la seguridad o de negociar con el Ejército. Serían simultáneamente guardianes de la revuelta y gestores de las ciudades.

Un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU propone considerar crímenes de lesa humanidad losactos violentos que se están produciendo en Libia bajo el mandato de Gadafi. Asimismo, establece que estos actos se traten en la Corte Penal Internacional de La Haya. El proyecto de resolución también se refiere a las sanciones, tales como embargos de armas, la prohibición de viajar al país y la congelación de los activos de Gadafi.

Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio, Muamar el Gadafi, ha anunciado que el Ejército se está empezando a contener en el oeste del país para dar una oportunidad a las negociaciones, y que espera que este mismo sábado se alcance un acuerdo de alto el fuego para negociar con los rebeldes. Así lo ha anunciado durante un encuentro con un grupo de periodistas extranjeros en Trípoli, en el que también ha asegurado que los principales problemas para contener a los rebeldes se encuentran en las ciudades de Misrata y Zawiya, al oeste del país.

En un sistema de poder basado en las tribus. Libia es gobernada por Gadafi desde hace 42 años con un poder absoluto. No hay partidos políticos ni voces discrepantes. El dictador pertenece a la tribu de los Gadafa, una sexta parte de la población del país pertenece a otra tribu, que ya en 1993 intentó levantarse contra el mandatario.