Casablanca acoge estos días la Bienal Internacional de Arte, en un momento en el que Marruecos experimenta un "florecimiento" en este sector gracias a artistas que trabajan distintas disciplinas y a un mayor interés de los coleccionistas, aunque las ayudas públicas son mínimas.
"Estamos en la misma situación que España en los años 70, donde había mucha gente que quería hacer cosas, pero que no tenía los medios", comenta Mustafa Romli, secretario general de la primera edición de la Bienal Internacional de Casablanca (BIC), que se clausurará el 30 de junio.
La bienal, organizada a través de una iniciativa privada del grupo Maroc Premium, la residencia artística de Ifitry -que recibe a artistas de todo el mundo- y el Centro Contemporáneo de Arte de Esauira, desea dar un empuje a la escena artística marroquí mostrando al público nacional e internacional su calidad y dinamismo.