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En Jerusalén no hay peregrinos y las iglesias no permiten la entrada de fieles. Esta pandemia deja una imagen histórica: las puertas cerradas de la iglesia del Santo Sepulcro, el corazón de Semana Santa en la ciudad vieja de Jerusalén, lugar donde la tradición cristiana sitúa la crucifixión y tumba de Jesús

En Jerusalén no hay peregrinos y las iglesias no permiten la entrada de fieles. Esta pandemia deja una imagen histórica: las puertas cerradas de la iglesia del Santo Sepulcro, el corazón de Semana Santa en la ciudad vieja de Jerusalén, lugar donde la tradición cristiana sitúa la crucifixión y tumba de Jesús. El 25 de marzo la familia palestina encargada de la llave echó el cierre.

El gobierno israelí no permite la entrada de extranjeros en el país, los fieles locales están confinados y las calles están desiertas.

Estas fechas coinciden con la Pascua judía. Hasta mañana están prohibidos los traslados entre ciudades y el gobierno pide a cristianos y judíos que celebren estos días con los miembros de la familia que viven en cada casa para evitar la propagación de la pandemia.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom, comenzó su intervención recopilando cada una de las decisiones que ha tomado la Organización Mundial de la Salud, pero ante las preguntas de los periodistas acabó pidiendo a los políticos que "pongan en cuarentena la politización del COVID-19", en especial al presidente estadounidense Donald Trump, a quien le dice que se tome en serio la pandemia o "tendremos muchas más bolsas de cadáveres".

Los tres ataques investigados por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas se produjeron en marzo de 2017 en el oeste de Siria. Según las conclusiones del informe, tres aviones del ejército de Bachar Al Asad habrían disparado proyectiles con gas sarín y cloro contra tres localizaciones, entre las que se encontraría un hospital. Damasco y Rusia, principal aliado de Al Asad, siempre han negado el uso de armas químicas en la zona.

Wuhan vuelve a la libertad y los ciudadanos lo celebran desplazándose a otros lugares casi tres meses después. La ciudad sigue siendo el kilómetro 0 de la pandemia y eso se traduce en dos realidades. Por un lado, su población sigue siendo muy cautelosa, y por otro, el resto del país aplica medidas de control a todos los que lleguen de la localidad. Informa Mavi Doñate desde China

Este 7 de abril comienza en Israel un cierre total del país, que supone la prohibición de cualquier viaje y las reuniones familiares. La decisión coincide con el inicio de la Pascua judía y se toma después de que se hayan superado los 9.000 contagiados y los 60 muertos con coronavirus. Además, a partir de mañana habrá toque de queda. Con unos 9.000 infectados y unos 60 muertos, las autoridades israelíes están especialmente preocupadas por las comunidades ultraortodoxas, donde el nivel de contagios es el doble que en el resto del país.

La Business Breakthrough University de Tokio, en Japón, ha celebrado una peculiar graduación virtual en la que unos robots han acudido en representación del alumnado, ausente debido a la pandemia del coronavirus.

Los androides fueron ataviados con birretes y togas para participar en el acto y llevaban una tablet como cabeza, lo que permitió a los recién graduados estar presentes en la distancia.

En Wuhan, epicentro de esta pandemia del coronavirus, están a punto de salir del confinamiento que han vivido durante tres meses. Algunas personas le han contado a la enviada de RTVE, Mavi Doñate, que viven estos momentos con esperanza aunque con precaución porque temen una segunda ola de contagios por los que vienen de fuera y también por los asintomáticos. Por este motivo todavía hay muchos barrios cerrados, calles valladas, permisos especiales para poder salir de casa dos horas y alta tecnología para controlar a la población o reconocimiento facial con temperatura corporal. No obstante también hay barrios que se abren con negocios que vuelven a funcionar.