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Han pasadoseis meses desde la caída de Kabul a manos de los talibanes. El equipo de TVE desplazado en la zona ha vuelto a los lugares que fueron imagen de portada aquellos días. El aeropuerto, escenario dramático por aquel entonces, es ahora un sitio tranquilo, aunque la mayoría de afganos no dispone de un pasaporte vigente para abandonar el país. En la fachada de la embajada estadounidense luce una pintada de la bandera del emirato islámico y en los bancos encontramos largas colas de gente intentando sacar dinero en efectivo. El límite es 200€ a la semana. Las mujeres, por su parte, siguen siendouno de los principales objetivos de los talibanes y cada vez son más las leyes que restringen sus libertades.

Foto: Wakil KOHSAR / AFP

Seis meses después de la toma del poder por los talibanes, Guillaume Bontoux, desde Kabul, nos muestra la realidad que están viviendo las niñas y mujeres afganas: borradas de la vida pública, sin trabajo y muchas de ellas privadas de educación. Pese a todo, también hay mujeres que desafían al régimen, luchando por sus derechos, aun siendo conscientes del peligro que corren. 

Las mujeres afganas han visto recortados sus derechos desde la vuelta de los talibanes. Algunas han decidido seguir protestando pese al peligro. Algunas como Munisa, Shabana y Zakia, que nos reciben en nuestra visita a Kabul. "Ninguna de las promesas hacía las mujeres que hicieron cuando volvieron a controlar el país se ha puesto en marcha. Las repiten, las comentan en los medios, pero no las ponen en marcha. No podemos trabajar, no podemos ir a la universidad. Si quieres a estudiar, tienes que ponerte un burka" lamentan. Ellas son las protagonistas de este reportaje de los enviados especiales de RNE a Kabul, Luis Montero (sonido) y Guillaume Bontoux.

Margarita Robles, ministra de Defensa, ha dicho en Las mañanas de RNE que es consciente del drama humano en Afganistán, seis meses después de la llegada de los talibanes al poder, pero que la única opción de salida para los colaboradores españoles es a través de Pakistán. "En el consulado de Islamabad se está haciendo un trabajo intenso para dar el visado a quienes consiguen llegar. Hemos contado con la colaboración del Gobierno paquistaní. Pero todos somos conscientes de la situación." Asegura tener un fuerte compromiso de atender a las personas que intenten salir, pero que ningún país puede dar un salvoconducto para circular por otro país. "Solo sería posible con la autorización de las autoridades afganas. Esto no es posible ahora". Y califica de heroica la actuación de las fuerzas armadas en agosto. "Hasta minutos antes de que una bomba estallase en el aeropuerto nuestros efectivos estaban sacando a gente."

Mohammad y Khaled, antiguos colaboradores de España en Afganistán, se esconden de los talibanes mientras esperan que nuestro país les ayude a abandonar Afganistán. Como decenas de miles de ciudadanos afganos, acudieron al recinto en las afueras de la capital, en busca de una evacuación en uno de los numerosos vuelos operados por los países occidentales en los días que siguieron la vuelta al poder de los Talibanes. Tenían una carta con sello del Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que confirmaba que tenían derecho a ser evacuados, por haber sido colaboradores de AECID, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Sin embargo, aun no lo han conseguido. El Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene su compromiso de "no dejar a nadie atrás" tras la vuelta de los radicales al poder. Informan los enviados especiales de RNE a Kabul, Luis Montero (sonido) y Guillaume Bontoux.

Margarita Robles, ministra de Defensa, ha dicho en Las mañanas de RNE que la OTAN apuesta por la vía diplomática en Ucrania. "Vamos a esperar a ver cómo ocurren los acontecimientos. La posición de la OTAN es clara de firmeza, de respeto a la integridad territorial y apostar por la vía diplomática." Sobre la posibilidad de una invasión por parte de Rusia, apunta a la situación actual. "Los hechos objetivos son el enorme despliegue por vía terrestre y marítima, las maniobras militares en Bielorrusia. Es significativo de que se puede producir una invasión. Pero en estos momentos difíciles, están esas vías diplomáticas. La posición de España como socio de la alianza y la posición de todos los miembros es apostar por ese diálogo." Por el momento España participa con el despliegue habitual y asegura Robles que no está previsto aumentar los efectivos.

Sobre Afganistán, cuando se cumplen seis meses de la llegada de los talibanes al poder, asegura ser consciente del drama humano pero que a día de hoy la única opción es la salida a través de Pakistán. "En el consulado de Islamabad se está haciendo un trabajo intenso para dar el visado a quienes consiguen llegar. Hemos contado con la colaboración del gobierno Pakistaní. Pero todos somos conscientes de la situación." Y califica de heroica la actuación de las fuerzas armadas en agosto. "Hasta minutos antes de que una bomba estallase en el aeropuerto nuestros efectivos estaban sacando a gente."

Afganistán, seis meses bajo los talibanes (I)

La crisis humanitaria en Afganistán es insostenible

Tras medio año con los talibanes en el poder, Afganistán está sumida en un inminente colapso económico cruzado por una crisis humanitaria sin precedentes y con derechos fundamentales claramente resentidos, especialmente en el caso de las mujeres. Afganistán no está en guerra, pero es un país alimentado de varias crisis.

El 15 de febrero de 2022 se cumplen seis meses desde que se desatara el temor del regreso al pasado. Desde un primer momento, el régimen quiso ofrecer una visión menos intolerante para ganarse cierto reconocimiento y, en definitiva, para no perder al capital extranjero. Antes de la vuelta al poder de los talibanes, el 75% del presupuesto del gobierno afgano procedía de países y organismos internacionales.

Luis Montero, encargado del sonido, y Guillaume Bontoux, del área de Internacional de RNE, están en Kabul recorriendo la capital y algunos lugares cercanos para contarnos todos los detalles. 

En una aldea palestina de Burín, Cisjordania, un grupo de colonos ha agredido con porras y piedras a palestinos que estaban plantando árboles. Entre los agredidos hay también judíos moderados, propalestinos, lo que conmociona a buena parte de la sociedad israelí. Los soldados estaban a pocos metros, en lo alto de la montaña vecina, a la entrada del asentamiento de Homesh. Allí los colonos han montado una jeshivá, una escuela talmúdica. La dirige el rabino Menájen que niega que su gente sea violenta. Por el contrario, nos enseña el lugar en el que murió un judío por disparos de palestinos: "Cuanto más nos molesten, más vamos a seguir porque este lugar es nuestra tierra", pese a que el asentamiento es ilegal incluso para las autoridades israelíes que lo ha desalojado varias veces.

Los ataques de los colonos radicales van a más. No solo atacan a palestinos o a judíos moderados, destruyen sus viviendas e incluso tumbas como las de este cementerio de Burqa, un pequeño pueblo en el corazón de Cisjordania, que ha sido atacado hasta en 20 ocasiones en los últimos 4 años. Agresiones, más de 500 en el último año, denunciadas por la ONU y por asociaciones palestinas e incluso judías, que exigen a las autoridades israelíes que termine con la impunidad con la que actúan estos colonos radicales.

Este martes 6 de febrero se cumplen seis meses desde que las tropas estadounidenses abandonaron Afganistán. Bajo el gobierno talibán, el país vive una crisis humanitaria y económica, así como un retroceso constante en derechos y libertades, especialmente para las mujeres En la capital, Kabul, se encuentra Guillaume Bontoux, enviado especial de Radio Nacional de España, que nos cuenta su visita a un hospital. Conectamos también con Fran Sevilla, corresponsal en Estados Unidos, y con María Carou, corresponsal en Bruselas, para pulsar las implicaciones de Occidente en esta crisis.

Conversamos con Ignacio Casares, del Comité Internacional de Cruz Roja Internacional en Kandahar, sobre la situación humanitaria en Afganistán; donde millones de personas sufren las consecuencias del hambre y del frío invernal sin que llegue de momento el desbloqueo de los fondos internacionales.

Comenzamos en Kiev, escenario de un encuentro entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz; que con esta reunión y la prevista dentro de unas horas en Moscú, quiere insistir en la vía diplomática para frenar la escalada de tensión en torno a Ucrania. Charlamos con Ignacio Casares, del Comité Internacional de Cruz Roja Internacional en Kandahar, sobre la situación humanitaria en Afganistán. Y conectamos con nuestro enviado especial a Kabul, Guillaume Bontoux, que ha comprobado de primera mano cómo están las cosas en la capital afgana.

En Kabul, la política de los talibanes es retirar a los toxicómanos que se amontonan en sus calles y trasladarlos a centros de desintoxicación donde, según varias denuncias, sufren violencia y maltrato. El tratamiento al que les someten dura 45 días y consiste en la abstinencia forzosa. El problema en Afganistán es inmenso, hay más de 3 millones de adictos, lo que supone un 8% de la población. Un equipo de TVE se ha desplazado hasta la capital de Afganistán, donde los talibanes hacen redadas para borrarlos de la ciudad.

Foto: REUTERS / Jorge Silva / File Photo

Afganistán, seis meses bajo los talibanes (II)

La larga espera de los colaboradores españoles en Kabul

  • Mohammad y Khaled (nombres ficticios), antiguos colaboradores de España en Afganistán, se esconden de los talibanes mientras esperan que nuestro país les ayude a abandonar Afganistán
  • El Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene su compromiso de "no dejar a nadie atrás" tras la vuelta de los radicales al poder
  • Escucha las otras dos entregas: La crisis humanitaria y Las mujeres afganas

La trabajadora humanitaria española Juana Ruiz ha salido de una prisión israelí tras 10 meses cumpliendo condena por pertenecer a una ONG palestina considerada ilegal por Israel. Con ella ha estado un equipo de TVE, en su casa de Cisjordania. Juana Ruiz está agradecida por tanto apoyo recibido, pero aún tiene el miedo en el cuerpo. Sigue declarando su inocencia. Llegó a un acuerdo de culpabilidad por pertenecer a una organización considerada ilegal por Israel, pero asegura que su caso forma parte de una causa general.

Foto: Juana Ruiz (EFE/ Sara Gómez Armas)