Reino Unido y Estados Unidos sospechan que un "artefacto explosivo" fue el causante del siniestro del avión ruso que se estrelló sobre Egipto este fin de semana y, si bien recalcan que no se trata de conclusiones definitivas, han empezado a tomar medidas: el Gobierno británico ha anunciado que se han retrasado los vuelos hacia el país procedentes de la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
Las investigaciones para determinar las causas del siniestro continúan en marcha también en Rusia, en paralelo a los trabajos de identificación de las víctimas, después de que los cadáveres de los 217 pasajeros y siete tripulantes que viajaban en el aparato con destino a San Petesburgo hayan sido trasladados a la ciudad rusa.