El anteproyecto de ley de cambio climático concreta el horizonte para el vehículo eléctrico en el sector de la automoción. El plan del Gobierno coincide punto por punto con la posición de la Unión Europea y la primera reacción del sector es positiva. Ahora ya tienen, dicen, una señal clara y 30 años para adaptarse.
De aquí a 2021, las fábricas españolas tienen asignados 20 modelos eléctricos e híbridos enchufables. Para no perder la cuota de mercado en Europa, donde el coche español representa el 12 % de las matriculaciones, la patronal estima que tendríamos que producir 700.000 eléctricos para 2030. Desde los concesionarios, valoran que no se prohíba expresamente ninguna tecnología.
Las ayudas a los compradores se extenderán hasta el año 2025, cuando se calcula que el precio de los vehículos de gasolina o diésel será semejante a los eléctricos. El objetivo es que los coches de uso particular reduzcan paulatinamente las emisiones.