La línea de ferrys que une Santander con los puertos de Plymouth y Portsmouth es la única estable entre España y Gran Bretaña, desde 1978. Está operada por la empresa francesa Brittany Ferries. El 'Armorique' fue el primer barco que realizó el trayecto. Con 150 vehículos a bordo y doscientos pasajeros comenzó una historia que dura ya 42 años. En 1986 España entra en la Comunidad Europea y rápidamente aumenta el número de pasajeros y vehículos entre los dos países.
Ahora el buque estrella, el 'Port Aven', es capaz de transportar seiscientos vehículos y camiones y dos mil doscientos pasajeros, con seis escalas semanales. La empresa se enfrenta ahora a un nuevo reto: el Brexit, que entrará definitivamente en vigor el 31 de diciembre de este año. La compañía ya ha establecido planes de contingencia para hacer frente a los previsibles controles aduaneros y a la caída de la libra que podrían afectar al tráfico marítimo.
Brittany, sea como sea el Brexit, tiene además planes para el futuro inmediato. La incorporación de un nuevo superferry, el Galicia, con mayor capacidad de pasajeros y vehículos a finales de 2020. Y la de un nuevo buque propulsado con gas natural en 2023 que permitirá reducir las emisiones de CO2 en esta ruta marítima. Todo para mantener abierta en el futuro esta autopista del mar.