El papa Benedicto XVI ha fallecido a los 95 años. Tenía 78 cuando fue elegido pontífice, puesto que ocupó durante ocho años hasta su renuncia en 2013. Durante su papado fue muy criticado por aquellos que veían que la iglesia se volvía más conservadora. Desde joven fue considerado uno de los teólogos más prestigiados de la Iglesia.
El Vaticano ha confirmado que la salud del papa emérito se ha agravadoy que está bajo un constante control médico. La última aparición oficial del Papa emérito fue el 27 de agosto, cuando el papa Francisco le presentó a los nuevos cardenales. La última imagen que se vio de él fue del pasado 1 de diciembre, cuando se reunió con los ganadores de un premio de Teología que lleva su nombre. A sus 95 años, cumplidos en abril, en ambas ocasiones, ya mostraba una apariencia extremadamente frágil.
Tras conocer el delicado estado de salud del papa Benedicto XVI, que ha empeorado en las últimas horas, en 24 horas de RNE hemos hablado con Rafael Navarro-Valls para analizar su figura: "Es uno de los papas más agradables, con un 'savoir faire' imponente y, sin embargo, su pontificado ha sido explosivo", ha explicado el catedrático de Derecho Canónico. "Lo que ha presidido su pontificado es la transmisión de la Santidad entre todos los cristianos", ha añadido.
Asimismo, en relación a los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica, Navarro-Valls ha explicado que Benedicto XVI hizo en este sentido "lo que pudo dentro del poco espacio que tenía".
El Vaticano ha informado este miércoles de la delicada salud de Benedicto XVI, que vive recluido en un convento en el interior de la Ciudad del Vaticano. Desde que renunció al Pontificado ha estado prácticamente retirado del foco público y fue en 2020 cuando realizó el último viaje, a Múnich.
Desde entonces, solo se ha dejado ver en contadas ocasiones y dentro de los muros del monasterio en el que vive, por ejemplo, cuando saludó en agosto a los nuevos cardenales junto al Papa Francisco.
El Papa emérito Benedicto XVI pide perdón a las víctimas de abusos sexuales. En una carta ha expresado su profunda vergüenza y gran dolor. Admite que se produjeron errores mientras fue Papa. A la carta se adjunta un informe en el que niega haber encubierto durante su mandato abusos a menores.
El Papa emérito, Benedicto XVI, ha admitido a través de un comunicado que estuvo en lareunión de 1980 en la que se habló de un sacerdote abusador. En su anterior declaración, Joseph Ratzinger aseguraba que no sabía nada de loscasos de abusos. Ratzinger dice que no está dando marcha atrás, sino que hubo un error en la transcripción de sus palabras. El Papa emérito segura que en esa reunión se trató solamente de hacer posible que aquel sacerdote contara con alojamiento en Múnich. La semana pasada se conoció la noticia de que el Papa emérito supo de cuatro casos de abusos sexuales cuando estuvo al frente de la archidiócesis de Múnich y no hizo nada. Benedicto XVI reitera su sentimiento de vergüenza y dolor por el sufrimiento de las víctimas y pide tiempo para leer al completo el documento: un largo informe que cubre un período de más de 70 años, incluyendo el periodo en el que Ratzinger fue arzobispo de la diócesis de Múnich. Informa Jordi Barcia, corresponsal en Roma.
Una investigación encargada por el arzobispado de Munich, acusa Benedicto XVI de inacción ante los abusos sexuales acontecidos en Alemania durante su arzobispado en Munich. Esta investigación recoge 497 casos de menores que sufrieron abusos durante 1945 y 2019. El informe señala al papa emérito de no actuar a pesar de conocer que se realizaron esas prácticas al menos hasta en 4 ocasiones durante su arzobispado. También señala a 235 presuntos autores entre ellos 173 sacerdotes y 9 diáconos. Desde el Vaticano muestran vergüenza y consternación por los abusos en Alemania, pero de momento evitan responder a las acusaciones de innación sobre Ratzinger.
Hablaremos con el politólogo sueco Jakob Lewander sobre cómo lidian con la amenaza rusa Suecia y Finlandia, dos países que sufren en su territorio la presión del Kremlin. Nos iremos hasta Mozambique, a la provnica de Cabo Delgado, para saber cómo está la situación humanitaria allí. Hablaremos sobre el primer aniversario de la presidencia de Joe Biden y sabremos más sobre las acusaciones contra el Papa emérito Benedicto XVI.
La Iglesia católica de Munich ha hecho público su informe sobre pederastia y en él aparece el nombre de Benedicto XVI. Según el documento, el entonces cardenal Joseph Ratzinger no hizo nada para evitar los abusos sexuales cometidos contra, al menos, cuatro menores.
El propio Francisco encargó este informe, un documento exhaustivo, con testimonios a veces demasiado explícitos. Casi un centenar de entrevistados, como el de una madre que cultivó la amistad con el padre de Mc Carrick, el tío Ted, hasta que un día lo vio sentado en el sofá de su casa manoseando a sus dos hijos. De eso hace ya 30 años. Hoy McCarrick aún no ha pedido perdón, a sus 90 años vive retirado en Estados Unidos en una residencia para exsacerdotes.
El papa se ha referido a él, como un informe doloroso. En la audiencia de este miércoles ha mostrado su cercanía con las víctimas de abusos y ha renovado el empeño de la iglesia por acabar con este mal. El informe reconoce errores que empiezan con Juan Pablo II. Wojtyla fue quien promocionó a Mc Carrick nombrándole arzobispo de Washington y cardenal cuando ya existían indicios de su comportamiento sexual. Benedicto XVI lo mantuvo como cardenal un año más, pero como seguían las sospechas de abusos se le aconsejó que lo apartara de la vida pública. Y Francisco heredó el problema. Todo cambió cuando se presentó la primera denuncia oficial en 2017, el abuso de Mc Carrick a un menor: entonces se le juzgó, se le condenó, se le retiró el cargo de cardenal y se le expulsó del sacerdocio.
Una investigación interna del Vaticano sobre los abusos sexuales a menores del ex arzobispo de Washington, Theodor Edgar McCarrick, reconoce que Benedicto XVI evitó someterle a un juicio canónico y que solamente le pidió que mantuviera un perfil bajo. Además, el informe también incluye reproches a Juan Pablo II, que nombró arzobispo a McCarrick y que, según la investigación, no creyó las acusaciones de abusos y se dejó llevar por su relación personal con McCarrick.
El juicio de la trama Gürtel relacionado con la visita del Papa a Valencia ha comenzado con la confesión de 13 de los 23 acusados que han reconocido amaños de tres millones de euros en contratos públicos. Uno de los que ha admitido los hechos ha sido el exdirector de la Radio Televisión Valenciana, Pedro Jimeno, que se enfrenta a 40 años de cárcel. También ha reconocido su culpabilidad el cabecilla de la trama Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez, conocido como 'El Bigotes'. Sin embargo, siguen defendiendo su inocencia Francisco Correa y Pablo Crespo.
El 23 de febrero, el Papa Benedicto XIV anunciaba en latín que ya no tenía fuerzas para ejercer el Ministerio de Pedro y que "en plena libertad, renunciaba". Un mes después, el Cónclave elegía a su sucesor: el Papa Francisco.
Desde entonces, conviven dos papas: uno retirado y otro en ejercicio. Dos figuras antagónicas: uno alemán, otro argentino; uno teólogo intelectual empeñado en reafirmar la tradición de la Iglesia y otro, un obispo de los pobres con intención de adaptar la Iglesia a los tiempos modernos. Durante los primeros años, la convivencia entre Ratzinger y Bergoglio parecía ir muy bien, pero hace uno días esa imagen se ha enturbiado y las aguas del Vaticano se han agitado. El Papa Benedicto XVI enmendaba en un libro al Papa Francisco acerca del sacerocio de hombres casados."Benedicto XVI buscaba interferir en el gobierno de Francisco", ha insistido el escritor.
Marco Politi es periodista, escritor y observador desde hace años de lo que ocurre en el Vaticano, ha sido entevistado en el programa 24 horas de RNE. Autor de varios libros sobre el Papa Francisco, ha descrito como "fenómeno de la guera civil que hay hoy en día en la Iglesia Católica" la publicacón del libro co-escrito por Ratzinger y el cardenal Sarah sobre el mantenimiento del sacerdocio. Politi ha declarado que Benedicto XVI es muy amigo del Sarah y sabía que tenía intención de publicar un libro para defender el celibato tal y como está implantado en el catolicismo hoy en día y que el Secretario de Benedicto nunca ha negado la autoría del Papa emérito en ese libro.
Sobre la relación personal entre ambos papas, Politi ha defendido que Ratzinger considera a Francisco un Papa justo, aunque sus creencias sean diferentes. "Francisco tiene muchos adversarios en la Curia y en la Iglesia universal. Los conservadores creen que Francisco va a protestantizar la Iglesia Católica, pero los más peligrosos son los enemigos silenciosos que no están de acuerdo con él, por ejemplo cuando acepta a los homosexualeso, o deja de condenar la píldora y los divorcios o busca un papel más importante para las mujeres", ha explicado el periodista
Esta mañana sale a la venta un libro que ha provocado gran controversia. Desde lo profundo de nuestros corazones, está escrito por el cardenal guineano Robert Sarah y, supuestamente, por el Papa Benedicto XVI. En él, el Papa emérito defiende el celibato de los sacerdotes y asegura en unos textos que no puede callarse al respecto. Esta publicación evidencia nuevas maniobras de la oposición al Papa Francisco desde los sectores más conservadores que consideran el celibato como algo intocable. El Papa Francisco está a punto de pronunciarse sobre el celibato de los sacerdotes en zonas remotas de la Amazonía, una excepción que podría tomarse en consideración dada la falta de clérigos. El nombre y la foto de Ratzinger ya no aparecerán en la portada del libro como coautor, pero sí como colaborador. El cardenal Sarah mantendrá el contenido y que Ratzinger lo autorizó para publicar sus textos. Lo cuenta Sagrario Ruiz de Apodaca, corresponsal en Roma.