El Rey se va de Brasil con el sí de Dilma Rousseff. La presidenta brasileña estará en noviembre en Cádiz, en la Cumbre Iberoamericana. El Gobierno espera que también esté la presidenta argentina. Para eso, antes tiene que producirse lo que el ministro de García-Margallo ha llamado "el deshielo". Un deshielo de las relaciones diplomáticas que puede venir con el verano europeo, aunque no conviene olvidar que aquí está a punto de entrar el invierno austral El Gobierno no quiere hablar de condiciones, pero ese deshielo pasaría por que Argentina acepte pagar una compensación por la expropiación de Repsol.
El Rey llegó anoche a Chile donde esta tarde, hora española, mantendrá un encuentro con el presidente chileno al que seguirá un almuerzo con empresarios de los dos países. Se espera que, como ayer en Brasil, don Juan Carlos haga una encendida defensa de la solidez de España y de nuestra economía. También en Chile, el Rey destacará la determinación de España y de Europa para superar la crisis. Con austeridad, sí, pero también con crecimiento y sobre todo, con más Europa y con el euro como pilar fundamental