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Guerra y paz en la favela olímpica muestra el proceso de pacificación de las favelas de cara al Mundial de fútbol y los JJOO. En la mayoría de las favelas de Río, especialmente en las del área metropolitana, el narcotráfico ocupa, desde hace décadas, el espacio del que nunca se hizo cargo el Estado.

Escaleras arriba y escaleras abajo. Un sinuoso transitar por las laberínticas favelas de Río de Janeiro... A orillas de la laguna de Jacarepaguá, en los momentos previos o posteriores a las entrevistas, en el coche o a pie por las calles sin asfaltar... Las imágenes del rodaje de Guerra y Paz en la favela olímpica que no vimos en televisión.

En Portada ha viajado al Brasil preolímpico para ver cómo afronta uno de sus principales desafíos: la pacificación de las favelas. Guerra y paz en la favela olímpica pretende ser un retrato del complejo mundo de las favelas: desde las que viven sometidas a la violencia de los narcos, la milicia o la policía corrupta y aquellas que han alcanzado cierto nivel de desarrollo. El plan para pacificar las favelas lleva cuatro años en marcha y ha logrado resultados sorprendentes. Pero hay mucho que hacer y algo que evitar: que las favelas pacificadas no se conviertan en pasto de la codicia inmobiliaria.

Brasil se entregó el sábado a las celebraciones del carnaval con multitudinarias fiestas a lo largo y ancho del país en el segundo día de una diversión que se prolongará hasta el próximo martes.

En Río de Janeiro, la capital turística del país, cientos de miles de personas se echaron a la calle. El Cordão da Bola Preta, la más grande de las agrupaciones, colapsó la céntrica avenida Río Branco.

En Sao Paulo, las comparsas alusivas a las revoluciones populares, tema escogido por la escuela de samba Nené de Vila Matilde, fueron las encargadas de abrir el segundo día de desfiles en el sambódromo Anhembí.

De blanco y todavía consternadas, cientos de personas se han manifestado en Brasil para recordar a las 231 víctimas del incendio de la discoteca Kiss y pedir justicia. Dos de los miembros del grupo que actuaba así como dos dueños de la discoteca están detenidos. Se les acusa de homicidio imprudente. El ministro de Salud ha pedido a otros países donaciones de piel humana para hacer transplantes. 79 personas continúan hospitalizadas.

En Brasil, con toda la población conmocionada, empiezan a enterrar a los fallecidos en el incendio de la discoteca de Santa María. Ya son 231 los muertos, casi todos universitarios de entre 18 y 25 años que habían ido a un concierto. Una bengala, encendida por los músicos, causó el fuego. Casi todos los jóvenes murieron asfixiados o pisoteados, en una tragedia plagada de negligencias.

Sólo había una única entrada y salida y estaba cerrada en la discoteca Kiss de Brasil, donde los fallecidosya alcanzan los 231 . En los primeros minutos de la tragedia, los guardas, que no se habían percatado aún del incendio, trataron de impedir la salida de la gente. Creían que era una desbandada por una pelea y querían evitar que se fueran sin pagar. Cuando abrieron la puerta, se encontraron con las vallas colocadas horas antes para controlar la entrada. Según la policía, el grupo que provocó el incendio y que usaba pirotecnia en sus espectáculos, podría ser acusado de homicidio imprudente.

El gobierno brasileño ha informado este lunes de que quedan 79 personas hospitalizadas en cuidados intensivos de un total de 112 lesionados después del incendio de la madrugada del domingo en una discoteca en el sur de Brasil que causó al menos 231 muertes.

Cerca del 80% de esos internados graves son pacientes que sufrieron una intoxicación al inhalar el humo del incendio de la discoteca Kiss, de la ciudad de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul, y el resto son heridos con quemaduras graves.

Este lunes está prevista la celebración de una misa ecuménica a la que seguirán los entierros.

Brasil ha vivido este fin de semana una pesadilla por la muerte de 233 personas, en su mayoría jóvenes universitarios, en un incendio que arrasó de madrugada la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, la peor tragedia de este tipo en el país en más de medio siglo.

La banda Gurizada Fandangueira, supuesta causante del incendio, podría ser acusada de homicidio imprudente, según uno de los responsables de la investigación, el comisario Sandro Meinerz.

La presidenta del país, Dilma Rousseff, ha vuelto precipitadamente desde Chile para visitar el lugar.