El precio medio del aceite en los supermercados ronda los 8 euros el litro, según la OCU, y algunos avisan de que puede haber desabastecimiento. La sequía y la climatología hacen mella en los olivos y Álvaro Olavarría, Director Gerente en Oleoestepa, nos cuenta que “estos precios no se han conocido nunca”. "Han subido un 84% desde hace un año, desde junio y julio de 2022", nos explica en Las Mañanas de RNE.
Olavarría advierte que el aforo de cosecha para la campaña de 2023-2024 espera una producción de 740.000 toneladas de aceite, “que sigue siendo muy poca producción” y avisa de otro agravante: el stock de enlace (las existencias de aceite de una campaña a otra). “España es la despensa del mundo y eso hace que falte el 50% de la producción mundial”, explica. Dentro de los aceites de oliva, especialmente la calidad de “virgen extra” es la que hay menos existencias y puede haber puntualmente problemas de abastecimiento. “Puede ocurrir que haya un cambio de hábitos y nos vayamos de un aceite vegetal a otro”, asegura.
Las temperaturas en Argentina, Chile y Uruguay están superando los 35 grados, algo anómalo en pleno invierno austral. Los registros están marcando récords. El fenómeno del Niño tiene que ver, pero también el cambio climático.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha declarado la situación de emergencia por sequía en 24 municipios de Cataluña, 22 que dependen del acuífero Fluvià-Muga y dos que se abastecen del embalse de Riudecanyes, con una población global de 26.000 habitantes.
Fernando Valladares, científico del CSIC y profesor de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos, se ha acercado a los micrófonos del informativo 24 horas de RNE para explicar que "un tercio de la población del mundo no tiene agua suficiente". Sobre la situación de emergencia catalana, Valladares asegura que "no es un caso aislado" e insiste que "no tiene mucho sentido la agricultura de regadío sobre todo en la cuenca mediterránea". El científico del CSIC también ha hablado sobre la situación del Mar Menor y del campo de Cartagena (Murcia): "Es un punto caliente de degradación ambiental que ahora hereda una situación insostenible".
El planeta Tierra ha entrado en números rojos este miércoles 2 de agosto. En apenas 214 días, la humanidad ha consumido los recursos naturales generados por el planeta para todo el año, excediendo en un 74% la capacidad de los ecosistemas para renovarlos, de acuerdo con el análisis elaborado por la organización Global Footprint Network (GFN), que trabaja con un centenar de entidades internacionales para medir la huella ecológica en aproximadamente 200 países.
El día de sobrecapacidad marca la fecha en la que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad en un año concreto supera lo que la Tierra puede regenerar en ese mismo año. En términos económicos, sería como agotar el saldo anual disponible.
Charlamos con Carmen Huidobro y Belén Hinojar en su sección 'Climabar' sobre la eliminación de las zonas verdes en las ciudades. Nos cuentan si son o no los árboles los mejores funcionarios del país y terminan como siempre con una buena noticia
La velocidad a la que se está produciendo el cambio climático en nuestro planeta tiene alarmados a los científicos. En Fuengirola, científicos del Instituto Oceanográfico Español constatan que, en solo treinta años, el nivel y la temperatura del Mediterráneo han aumentado de forma exponencial.
El cambio climático suma un nuevo síntoma este verano a nuestro país. El aumento de las temperaturas en los mares ha provocado la llegada a nuestras playas de la carabela portuguesa, una especie que vive en aguas cálidas, tropicales y subtropicales. Por ejemplo, en Euskadi se han detectado varios ejemplares y han tenido que cerrarse algunas playas. Aunque es un fenómeno que está caracterizado por varios factores, uno de los principales es el calentamiento de las aguas, según explica en Las Mañanas de RNEElena Mauriño, bióloga del departamento del Mediterráneo/Medusas del Oceanogràfic de Valencia: "En el caso del Cantábrico se están registrando máximo históricos y esto hace un ambiente mucho más agradable para estas carabelas", apunta la bióloga. Este fenómeno es cada vez más frecuente en muchas costas de España, no solo en el Cantábrico porque en el Mediterráneo tampoco es común, pero están apareciendo: "Tenemos que esperar y ver cómo va siendo la evolución. No es un hecho puntual, porque no es la primera vez que estás apareciendo". No es una medusa, aunque pertenece al mismo gurpo y cuando la vemos nos lo pueda parecer: "La carabela portuguesa es un sifonóforo. Esta especie se caracteriza porque no es solo un individuo, es un organismo colonial, está formado por muchos individuos especializados en realizar diferentes funciones", explica Mauriño. Su veneno es más peligroso que el de las medusas, más urticante y provoca una quemazón mucho mayor: "No es mortal en la mayoría de los casos, aunque siempre hay excepciones. La característica es que estos animales tienen el cuerpo cubierto por una células urticantes que disparan como un aguijón que tiene unastoxicanas que pueden ser neurotóxicas o cardiotóxicas", apunta. Elena Mauriño explica que lo más importante si vemos una carabela portuguesa es nadar lejos de ella, no tocarla y salir del agua, aunque también aconseja evitar bañarse en la zona los días siguientes: "En muchas ocasiones se desprenden fragmentos de tentáculos -que pueden medir entre 10 y 20 metros- y también tienen células urticantes. Un pequeño trocito nos podría causar reacción". No solo influye el calentamiento de nuestras aguas, apunta la bióloga, sino la acción del ser humano, por ejemplo la sobrepesca o el vertido de contaminantes provoca una reducción de la biodiversidad de grande depredadores, que se encargan de alimentarse de estos animales. "Tanto las medusas como las carabelas son muy importantes en la ecología y el equilibrio de los ecosistemas marinos porque regulan la cadena trófica. Sirven de alimentos para otros grandes depredadores y se alimentan de placton."
La información de un posible colapso en la Corriente Circular del Atlántico (AMOC) hacia mediados de este siglo ha puesto en alerta a Edurne Portela, quien dedica su firma en Las mañanas de RNE a hablar sobre ello: "No quisiera ser demasiado catastrofista (...), pero es que según las investigaciones realizadas por varios grupos científicos es posible que estos flujos y corrientes predecibles y fundamentales para el mantenimiento del sistema climático de nuestro planeta peligren por culpa, cómo no, de la intervención humana".
Además, la historiadora se pregunta "¿Qué pasaría si este sistema colapsara?" ante los indicios de una probable catástrofe climática tras la llegada de medusas al mar Cantábrico, la proliferación de incendios, las sequías o los golpes de calor.
Estrenamos programa andando por la sierra de Guadarrama desde tres visiones diferentes: recordamos la penúltima etapa de La Vuelta del año 1985 que ganó Perico Delgado a través del Archivo de TVE y del Fondo documental de RNE y de las palabras del ciclista segoviano que ha escrito junto Ainara Hernando Nieva en La soledad de Perico (Espasa); recorremos el fondo del valle de la Fuenfría y otros puntos de los Siete Picos con el ensayista Jorge Riechmann que nos presenta su poemario En el fondo del valle ha muerto Jorge Riechmann y reflexiona sobre la crisis ecológico-social a la que nos enfrentamos; y Carlos de Hita, especialista en la grabación del sonido de la naturaleza y del paisaje, nos habla desde Valsaín y nos descubre cómo suenan estas montañas situadas entre Segovia y Madrid.
Conversamos con la ilustradora Powerpaola que nos presenta su novela gráfica Todas las bicicletas que tuve (Sexto Piso).
Escuchamos la poesía de Ángeles Mora, Premio Nacional de Poesía 2016, y nos habla su poemario Soñar con bicicletas (Tusquets).
Retomamos los pedales con Petit Pop y su canción "Vámonos en bici".
Los litigios climáticos se han duplicado en cinco años en todo el mundo. Son causas judiciales contra gobiernos o empresas para que asuman su responsabilidad por la crisis climática. Según la ONU hemos pasado de cerca de 900 en 2017, a casi 2.200 el año pasado; la mayoría en Estados Unidos. Aquí en España se han presentado 17.
Este mes de julio será el mes más caluroso de la historia de la humanidad. El secretario General de la ONU ha advertido de que estamos entrando en una fase extrema del cambio climático. Para evitar sus peores consecuencias, ha señalado, habría que aplicar políticas climáticas drásticas de manera inmediata.
Las olas de calor de este verano, con temperaturas inusuales en Huesca, han convertido en un peligro el glaciar del Aneto. Es un riesgo incluso para montañeros experimentados. Para evitar accidentes graves, la guardia civil pide extremar las precauciones y recomienda rutas alternativas.
“El primer gran desafío de la humanidad es la crisis climática”, dice en RNE Joantxo Llantada, experto en turismo e innovación y profesor en varias universidades y entidades. La industria turística se está viendo muy afectada por los factores climáticos: “Mucha gente tiene claro que no se va a ir de vacaciones a sufrir, a ciertas temperaturas”, dice Llantada, que se alegra de que la UE se haya puesto manos a la obra y esté trabajando en una transición ecológica para hacer frente al gran desafío climático. Cree que los próximos tres años serán claves para observar lo que hacen los gobiernos y el resto de los sectores productivos: “No es el futuro, es el presente y lo vemos en las temperaturas del mediterráneo, en la DANA que está por venir en Valencia, en el tornado de Milán, en las bolas de granizo en Europa y España”. Llantada habla de realidad que afecta a todo el planeta y que obliga a repensar el estilo de vida y cómo afecta todo esto a la economía: “La humanidad se enfrenta al desafío del cambio climático que pone en riesgo nuestra supervivencia como especie”.
Países mediterráneos como Italia, Grecia, Turquía, Túnez y Argelia están siendo azotados por los incendios. Según explica Edgar Nebot, subinspector jefe del Grupo de Actuaciones Forestales de Bombers de la Generalitat de Catalunya, se trata de una confluencia entre la sequía y los vientos, a la que se suma una especial presión mediática por la presencia de turistas. "Es la expresión del cambio climatico, que está creando situaciones más extremas", afirma. Aunque cada vez sean más frecuentes, los incendios son un elemento habitual del clima mediterráneo. Para Nebot, la clave está en su extensión hacia el norte: "Las sociedades del centro y el norte de Europa están aprendiendo a convivir con los incendios". En todo caso, cree que debemos "dejar de luchar contra el fuego" para empezar a integrarlo "en la dinámica de nuestros paisajes y ecosistemas". En definitiva, asegura que "tenemos que aprender a convivir con el fuego".
El agua del Mediterráneo es cada vez más cálida. Los investigadores alertan de que sus aguas superficiales han batido el récord de temperatura media diaria, con 28,4 grados. Un aumento que también se nota en nuestras costas.