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Por primera vez vemos qué está pasando a un kilómetro y medio bajo el agua en el Golfo de México. Son imágenes de la tubería por donde continúa saliendo petróleo, tres semanas después de que explotase esta plataforma de la compañía BP. En los últimos 21 días ha expulsado 15 millones de litros de petróleo provocando una mancha kilométrica que los huracanes podrían empujar ahora a México. La petrolera admite que la plataforma no superó las pruebas de seguridad horas antes de la explosión porque había una presión inusual en la tubería de extracción.

En el Golfo de México se ha reanudado la inyección de productos químicos para disolver la mancha de petróleo que contamina sus aguas, en un nuevo intento por controlar la marea negra. Los responsables de British Petroleum comparecen esta tarde en el Senado de Estados Unidos para dar explicaciones.

Después del fracaso de la cúpula gigante con la que British Petroleum intentaba frenar el vertido. La petrolera británica asegura que gasta unos diez millones de dólares al día en las tareas de limpieza. Un equipo de televisión española ha sobrevolado la zona contaminada por la mancha de crudo.

Ha fracasado el primer intento de sellar el pozo petrolífero siniestrado en el Golfo de México. La campana que debía bombear el crudo ha tenido que retirarse al congelarse la entrada del tubo por el que iban a recogerlo... El petróleo sigue manando sin control.

A un ritmo aproximado de 5.000 barriles al día, el crudo sigue manchando el golfo de México en lo que se ha convertido en uno de los vertidos más graves de la historia. La marea negra ha tocado ya la costa, frente al estado de Luisiana mientras todos los esfuerzos se concentran en sellar el pozo petrolero donde se produjo el accidente. De momento se ha podido taponar una de las tres fugas. Se trabaja contralejoj en una operación sin precedentes a mil quinientos metros de profundidad para evitar que la mancha llegue al delta del río Misisipi.

Hoy los técnicos de British Petroleum intentarán instalar una caja metálica de 100 toneladas para frenar el vertido que amenaza las costas de Luisiana y Misisipi.