Lo que comenzó pareciendo que sería una guerra rápida, ya va a cumplir un año. Aurea Moltó, directora de Política Exterior, reflexiona en Las Mañanas de RNE acerca de lo que podría haber pasado si Rusia hubiera logrado alcanzar sus objetivos iniciales: "Realmente habría supuesto la división y la descomposición de Europa y la Unión Europea", ha señalado. Robin Niblett, especialista británico en Relaciones Internacionales, cree que el conflicto se está viendo desde fuera como una especie de "guerra fría", en la que únicamente están imponiendo sanciones a Rusia 39 países, y que puede suponer un riesgo para occidente: "Tenemos que tener cuidado de no perder al resto del mundo, que es la mayor parte del mundo", subraya.
Coincidiendo con esta afirmación, Moltó resalta que desde fuera se aprecian como "dobles sanciones" aplicadas con "hipocresía", y subraya que "estamos demostrando tendencias neocolonialistas, mientras ellos se están guiando por sus intereses". Ambos creen que China no va a intervenir por estar siendo una de las grandes beneficiadas de esta stuación, insisten en que "corremos el riesgo de quedar aislados" y que esto puede dar lugar a que se construyan !modelos alternativos que terminen repercutiendo en las democracias", como apunta Aurea Moltó.