China se enfrenta a nuevos brotes de coronavirus sin las estrictas medidas de control de los últimos tres años. Desde que el Gobierno relajó su política de COVID cero hace una semana, los casos asintomáticos han dejado de contabilizarse y no se rastrean los movimientos de los ciudadanos. La aplicación de seguimiento del virus ha dejado de funcionar, ya no hay que mostrar una PCR para ir a lugares públicos y los asintomáticos y contagiados leves pueden pasar la cuarentena en casa.
Aún hay cifras récord de contagios, pero el Gobierno dice que, al no contabilizar los asintomáticos, será imposible rastrear el virus. En la calle, la reapertura era deseada, pero también hay temores y largas colas en las farmacias para comprar medicamentos.
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