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Mil millones de naufragios

Odisea en el espacio

Aterrizaje en la Luna es la continuación de Objetivo: la luna. Recrea el clima de la Guerra Fría. Dos países se enfrentan por el dominio del espacio. Se trata de una peripecia ambiciosa, donde el humor convive con lo épico y la especulación científica. La aparición del coronel Jorgen, el conspirador con el que se enfrentó Tintín en El cetro de Ottokar, introduce una nota política en la historia. Jorgen es violento y carece de escrúpulos. Podría ser un espía nazi o soviético. Frank Wolff, el ingeniero que traiciona a Tornasol, es una figura trágica. Su ludopatía le convierte en un villano, pero se redimirá sacrificando su vida para que sus compañeros puedan volver a la Tierra. Aterrizaje en la Luna nos hace pensar que Tintín fue el primer hombre que pisó nuestro satélite y no Neil Armstrong. ¿Quién sabe?


Mil millones de naufragios

La Luna, viaje a la última frontera

En Objetivo: la Luna Hergé quería construir una historia verosímil y con rigor científico, por lo que excluyó la posibilidad de una Luna habitada por monstruos o alienígenas. El álbum se inscribe en el género de la ciencia ficción, pero con un estilo realista y ciertas connotaciones políticas. Algunos críticos opinan que es casi una novela, con un Silvestre Tornasol que ha madurado. El X- FRL 6, con sus colores rojo y blanco, es una copia del cohete V-2 desarrollado por científicos nazis, lo cual desagradó a muchos lectores, que recordaron el comportamiento poco ejemplar de Hergé durante la Segunda Guerra Mundial.

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El poder del oro negro

Tintín en el país del oro negro mezcla con acierto espionaje, comedia y aventura. Es el álbum con más interrupciones de la serie, pero eso no afectó al resultado final. Tintín debe encontrar a los responsables de sabotear el suministro de petróleo. La trama política convive con el humor. La idiotez de Hernández y Fernández adquiere cotas inesperadas, Haddock casi enloquece y la malicia del travieso Abdallah, hijo del emir Mohammed Ben Kalish Ezab, nos sobrecoge, haciendo añicos la idea de que la niñez es la edad de la inocencia.