La luz lleva un año con el precio disparado. Muchas familias llevan tiempo sin poder pagar los recibos y se enfrentan a un posible corte de suministro. Los consumidores disponen de unos 20 días para abonar la factura de luz. Transcurrido ese tiempo, la compañía enviará una comunicación de impago, pero tienen que pasar un mínimo de dos meses para que se pueda proceder al corte. En el caso de personas vulnerables ese plazo se amplía a cuatro meses. A los que tienen el bono social, no les pueden cortar la luz, al menos hasta diciembre. El resto de familias vulnerables puede pedirlo y acreditar que se está tramitando.
Foto: Una mujer revisa la factura de la luz (Getty Images)