Fuera de Corea del Norte se siguen analizando los datos de la explosión de ayer y se mantienen las dudas sobre si corresponden a una bomba de hidrógeno. Según Estados Unidos, nada sostiene que fuera una bomba termonuclear. De serlo, explican, el temblor registrado debería haber sido mucho mayor.
El gobierno surcoreano ha vuelto a limitar la entrada de norcoreanos al polígono industrial que comparten ambas Coreas y mañana reanudará la emisión de propaganda desde la batería de altavoces que tiene en la frontera. En cuanto al mejor aliado de Pyongyang, China, ha mostrado su malestar y ha pedido a todas las partes mayores esfuerzos para desnuclearizar la península.