A petición de la Fiscalía, el Tribunal Supremo de Israel ha aplazado un mes la vista sobre los desahucios de familias palestinas, que en principio estaba fijada para este lunes 10 de mayo. desahucio. La Unión Europea y Estados Unidos han pedido a Israel que se modere y rebaje la tensión.
Foto: Paletinos protestan en la Ciudad Vieja de Jerusalén (EMMANUEL DUNAND/AFP)
En Jerusalén, nueva jornada de enfrentamientos entre civiles palestinos y el ejército israelí en el este de la ciudad. Protestas contra el posible desalojo de varias familias palestinas, que se han saldado con 200 heridos. Anoche, las fuerzas israelíes irrumpían en el tercer lugar más sagrado para el Islam, repleto de fieles. Hoy están previstas nuevas manifestaciones en otras ciudades como Gaza. La ONU ha pedido a Israel que ponga fin a los desalojos.Informa Cristina Sánchez, corresponsal.
Después de casi un mes detenida en Israel, la cooperante española Juana Ruiz ya está imputada formalmente. Un Tribunal Militar la acusa del presunto desvío de fondos europeos a un grupo terrorista. Su familia denuncia que la acusación ha tenido tiempo de fabricar pruebas contra ella.
Juana Ruiz Sánchez, la trabajadora humanitaria española detenida hace más de tres semanas por Israel, ha sido acusada este jueves formalmente de cinco cargos, entre ellos, "pertenencia a organización ilegal" y, de momento, seguirá en prisión. Su abogada ha confirmado que la fiscalía militar imputó a Ruiz Sánchez, de 62 años y detenida el pasado 13 de abril, y que el próximo lunes se celebrará una nueva audiencia, la séptima, en la que la defensa pedirá su liberación mientras transcurra el juicio.
La ONG, Human Rights Watch -Guardia de los Derechos Humanos-, ha publicado un informe, basado en documentación acumulada desde hace años, en el que concluye que Israel practica una política de apartheid hacia la población árabe (tanto en el territorio propiamente israelí como en los ocupados); y pide sanciones internacionales. El estado hebreo lo ha calificado de propaganda antiisraelí.
Juana Ruiz Sánchez, la mujer española detenida sin cargos por Israel desde hace casi dos semanas, seguirá privada de libertad otros siete días más tras la cuarta audiencia.
La violencia ha vuelto a Jerusalén en pleno Ramadán. Desde hace días se producen incidentes entre policías y palestinos y la difusión por redes sociales de algunas agresiones de jóvenes palestinos a israelíes ha terminado de incendiar los ánimos. Estos altercados, los más graves en Jerusalén de los últimos años, enfrentaban por una parte a jóvenes palestinos y a la policía israelí. Han Terminado con más de 100 heridos y 50 detenidos. A escasos metros, cientos de ultraderechistas israelíes trataban de enfrentarse a los palestinos, pero eran retenidos por los agentes de seguridad, mientras coreaban consignas contra los árabes. La Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja de Jerusalén es el centro de los enfrentamientos, que han ido a más en la última semana por la difusión en redes sociales de episodios violentos entre israelíes y palestinos.
Nos trasladamos a Jerusalén, la ciudad tres veces santa, con tres nombres: Yesuralaim, AL Qouds y Jerusalem, escenario de cruzadas y de luchas encarnizadas. Con 920.000 habitantes, es la ciudad más pobre de Israel pero también la más diversa.
Desde allí nos habla su vicealcaldesa, Flor Hassan, nacida en Londres pero crecida en Gibraltar, abogada e hija del que fue durante muchos años su primer ministro, Sir Joshua Hassan. Emigró a Israel en el 2001, durante la segunda Intifada, dejando su bufete de abogados en Londres, y desde hace casi tres años es vicealcaldesa dedicada especialmente a las relaciones internacionales y al turismo. Gobernar una gran ciudad es complicado, pero una ciudad milenaria con tres religiones y una tensión evidente entre los vecinos judíos y los vecinos árabes palestinos lo es aún más. "Es complicado, pero el reto trae mucha oportunidad, y yo pienso que la solución de todo el conflicto existe en Jerusalén por nuestra diversidad y nuestro reto particular. Soy una optimista. Hay muchas dificultades, no solo entre judíos y árabes, también entre judíos, hay muchas divisiones. Yo pienso que aquí se puede solucionar este problema porque nadie va a ningún lado, nadie va a desaparecer. La clave está en desarrollar la economía para que todo el mundo tenga igualdad de oportunidades", explica.
Porque Jerusalén es una ciudad pobre. "Las razones son muy claras. La población de ultraortodoxos, un 25% y la población árabe, un 30-40%, por distintas razones, la productividad es muy baja." Además el confinamiento ha afectado mucho su economía. "El 20-30% de nuestros ingresos vienen del turismo y el 80% es turismo internacional. Ha sido muy difícil apoyar a los negocios pequeños, a los negocios turísticos", ha dicho.
Desde Jerusalén hablamos también con Cristina Sánchez, corresponsal de RNE. Hace unos días nos ha contado cómo ha dejado de ser obligatoria la mascarilla. "Aún hoy no hay visitantes extranjeros. La rápida vacunación ha permitido recuperar cierto tono local. No tiene nada que ver cómo se celebró la semana pasada la Semana Santa o el Ramadán, que estábamos todos confinados, y esta vez", ha contado.
"Jerusalén, santa y cautiva" es el título del último libro de Mikel Ayestarán, corresponsal del grupo Vocento y de la radiotelevisión vasca, ganador de varios premios de periodismo internacional, veterano de guerras y aventuras en Oriente Medio. "He intentado hacer una invitación al viaje, que la gente venga y concentre la mayor parte de su energía en la ciudad vieja. No he conocido lugares con tanta proyección universal en tan pocos metros cuadrados. Nos cansamos todos los días de hablar de Derecho Internacional, de paz, de acuerdos. No veo ningún tipo de movimiento que nos haga pasar página", lamenta.
Y, por último, Eugenio García Gascón, corresponsal de "Público" y premio Cirilo Rodríguez 2010. Es un veterano corresponsal en Oriente Medio, donde ha trabajado desde 1991. Por su experiencia, se muestra pesimista. "Ha habido un cambio en la ciudad y en paralelo un afianzamiento de las tensiones que enfrentan a las distintas comunidades. Es un problema grave de Jerusalén que tiene difícil solución", ha dicho.