Sin miedo a los bombardeos israelíes, muchos gazatíes se han echado a las calles. Recuperar la normalidad es imposible en Gaza, pero al menos ahora no hay miedo a morir mientras se espera la cola para conseguir agua potable. Tampoco hay electricidad, así que muchos utilizan algo de leña para cocinar lo básico: alguna sopa o tortillas de pan de pita. Algunos se atreven a volver a sus casas para descubrir lo que imaginaban.
Unas 7.000 personas están desaparecidas en Gaza, donde la situación es terrible, según Naciones Unidas, que advierte de que los gravísimos problemas mentales darán la cara una vez termine la guerra. Ahora los gazatíes tienen bastante con sobrevivir. Para ello, dependen de la ayuda humanitaria que, en cantidades insuficientes, sigue entrando en la Franja gracias a la tregua.
FOTO:Mahmud HAMS / AFP