Para los palestinos, es una provocación. Estados Unidos dice estar "decepcionado" y el gobierno de España ha condenado los nuevos asentamientos que, dice en un comunicado, son ilegales. Los israelíes ultiman sus compras para celebrar el Año Nuevo Judío, que empieza al atardecer. Durante las fiestas, Cisjordania permanecerá cerrada a cal y canto: Israel ha impuesto el cierre de todos los pasos fronterizos hasta el viernes, incluido, y ha reforzado las medidas de seguridad.
La corresponsal de TVE en Jerusalén, Yolanda Álvarez, informa del estado en que se encuentra el conflicto entre israelíes y palestinos después de la solicitud ante la ONU.
Tras ser recibido como un héroe en Ramala, el presidente palestino, Mahmud Abás tiene aún un largo camino para lograr que la petición de reconocimiento como estado se concrete.
La popularidad de Abás, que pasaba por horas bajas, ha subido como la espuma. Ahora, el Consejo de Seguridad empezará a revisar su petición de reconocimiento pleno. Esto puede llevar días o meses. En el caso de Sudán del Sur, fueron tres días, pero en el caso de Macedonia, 9 meses.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu dice seguir dispuesto a negociar. Los palestinos también, pero piden que se negocie sobre las fronteras de 1967 y que se detengan los asentamientos en Cisjordania. El Cuarteto sigue trabajando para que Israelíes y Palestinos se sienten a negociar.
Mahmud Abbas ha sido aclamado aclamado por una gran multitud en Ramallah a su vuelta de Nueva York, donde ha pedido en la ONU el reconocimiento de Palestina como estado independiente. Abbás ha dicho a su regreso que NO habrá negociaciones si no se paran completamente los asentamientos israelíes.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha afirmado en la ONU que la comunidad internacional "debe enviar una señal clara" de su compromiso "profundo e inequívoco" a favor de la creación del Estado palestino.
En Ramala miles de palestinos han escuchado en directo el discurso de su líder, Mahmud Abás, a través de pantallas gigantes instaladas en la ciudad. Después se ha producido un estallido de alegría. Sin embargo, Hamás se ha mostrado crítica con su intervención porque, dicen, estaba "repleta de contradicciones".
El presidente de Palestina, Mahmud Abás, ha dirigido a la Asamblea de la ONU un discurso firme y contundente pero, al mismo tiempo, de mano tendida hacia Israel. Y el primer ministro de Israel, Benajim Netanyahu, ha comenzado su intervención conciliador, pero ha acusado a los palestinos de no querer la paz.
