Pyongyang asegura que el país está listo para la guerra tras el despliegue de la Armada estadounidense en la península coreana. Con su habitual lenguaje, el régimen norcoreano advierte de consecuencias catastróficas si Washington continúa, dice, con sus provocaciones.
Estados Unidos ha enviado una flota hacia la península de Corea en respuesta a los últimos ensayos con misiles de Pyongyang. La flotilla, liderada por el portaaviones Carl Vinson, ha suspendido una visita prevista a Australia y volverá a aguas cercanas a Corea del Norte, donde ya estuvo hace un mes en maniobras militares con Seúl. La respuesta de Corea del Norte ha llegado con un comunicado en el que sostienen se trata de una advertencia que justifica todo el reciente refuerzo de su arsenal nuclear para la autodefensa. Retórica bélica norcoreana, frente a las palabras más medidas de Pekín, Seúl y Tokio que afirma que la flota es un elemento disuasorio pero no han entrado desde el Gobierno nipón a darle una clara y abierta bienvenida. Seúl ha rebajado la posibilidad de que Estados Unidos realice un ataque preventivo, aunque reconocen que la crisis ha llegado a un punto de gran tensión, en vísperas además de que Corea del Norte celebre el aniversario del abuelo de Kim Jon Un y lo pueda hacer coincidir con otro ensayo nuclear de mayor envergadura.
Estados Unidos ha enviado el portaaviones "Carl Vinson" y a su grupo de combate hacia aguas cercanas a Corea del Norte. Se trata de una demostración de fuerza de EE.UU. ante las últimas actividades del gobierno de Pyongyang. Recientemente, Corea del Norte ha realizado un ensayo de un misil de medio alcance y ha hecho pruebas con motores de misiles.
El ensayo coincide con el encuentro, en Pekín, entre el jefe de la diplomacia estadounidense y el presidente chino. EEUU propone buscar nuevas estrategias a la que define como la creciente y peligrosa carrera nuclear de Corea del Norte.
Ultima parada de Tillerson en su viaje a Asia y primer viaje de un miembro del Gobierno de Trump a China. Al igual que en Tokio y Seúl, el objetivo es buscar nuevas políticas para Corea del Norte.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha declarado este viernes durante su visita a Corea del Sur que la política de "paciencia estratégica" desarrollada por la administración Obama con Corea del Norte se ha acabado y que todas las opciones, incluida la militar, están sobre la mesa.
El ministro chino de Exteriores ha hecho un llamamiento a suspender los ensayos con misiles, a cambio de que Washington y Seúl eviten nuevas maniobras militares en la zona.
Al malestar generado por el lanzamiento, ayer de cuatro misiles, se une la creciente tensión con Malasia, tras el asesinato en el aeropuerto de Kuala Lumpur de un hermanastro de Kim Jong-un.