En Alemania, el paso de políticos dimitidos a los Consejos de Administración de grandes empresas está levantando una gran polémica. Las organizaciones contra la corrupción exigen una ley que prohíba estos fichajes de políticos y regule la actuación de los miles de lobbyes que trabajan alrededor de los políticos alemanes.
El fiscal que estaba investigando por corrupción a varios altos cargos del Gobierno turco ha sido apartado del caso al tiempo que el primer ministro ha llevado a cabo una profunda reestructuración de su gabinete.
Tres ministros del gobierno de Turquía, presidido por Recep Tayyip Erdogan, han dimitido este miércoles después de ver sus nombres asociados a un gran escándalo de corrupción urbanística y financiera, que mantiene en vilo la política del país desde hace una semana.
Se trata de los ministros de Economía, Zafer Çaglayan; el de Interior, Muammer Güler, y el de Medio Ambiente y Urbanismo, Erdogan Bayraktar. También ha dimitido un diputado del partido gubernamental AKP, Idris Naim Sahin.
Erdogan, por su parte, ha asegurado que el escándalo de una "complot internacional", cuyo objetivo es hundir la economía turca.
"Estamos ante un ataque, no ya a nuestro partido, el AKP, sino a toda la nación, un complot obvio, una maquinación", ha asegurado el primer ministro islamista en Ankara, ante los presidentes de los consejos provinciales en un discurso transmitido por la cadena NTV.
"Es una conspiración internacional", ha asegurado Erdogan, quien ha señalado como motivo el deseo del "lobby financiero" de subir los intereses bancarios en Turquía y la envidia provocada por la prevista construcción del tercer aeropuerto más grande del mundo en Estambul.
Desde la oposición insisten en pedir explicaciones y sinceridad al Partido Popular. El PSOE cree que el registro se debe a que el PP no está colaborando con la Justicia. Izquierda Unida clama por acabar con la corrupción.