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Los acuerdos se consiguieron después de una larga noche de negociaciones en Bruselas. España e Italia sumaron fuerzas para arrancar a Alemania medidas que puedan aliviar la presión sobre su deuda.

Los detalles de los acuerdos en Bruselas se cerrarán el próximo 9 de julio en una reunión del Ecofin. El Gobierno español considera que lo importante es que el euro ha salido fortalecido de esta reunión.

Son las primeras palabras del presidente del Gobierno después de los acuerdos de esta madrugada en Bruselas que daban respuesta a las principales peticiones de España e Italia. Con esos acuerdos, los fondos europeos de rescate podrán comprar ya en el mercado secundario deuda de países en apuros. Y a final de año los bancos podrán recibir directamente ayudas de esos fondos sin pasar por los Estados.

El presidente de España, Mariano Rajoy, ha negado que haya "condicionalidad macroeconómica" en la recapitalización directa de la banca acordada este viernes por el Eurogrupo a petición de Italia y España.

"Estamos negociando el memorandum y estamos viendo por el sistema actualmente en vigor que es el FSF [en referencia al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera]y no hay ningún tipo de condicionalidad macroeconómica; después pasaremos al SME [Mecanismo Europeo de Estabilidad], al segundo mecanismo; y después cuando se apruebe el supervisor a la recapitalización directa bancaria. Por tanto no hay ninguna condicionalidad porque eso aprobó el Eurogrupo cuando dio el ok a la solicitud de España".

Preguntado sobre si el gobierno podría solicitar la compra de deuda soberana, Rajoy ha sido tajante: "no, la verdad es que no nos planteamos nada ese sentido".

La canciller alemana, Angela Merkel, reitera que no habrá "ninguna prestación sin contraprestación". Merkel ha declarado en Bruselas que la Unión Europea ha tomado decisiones "importantes", y ha recalcado que "se mantiene fiel a la filosofía de ninguna prestación sin contraprestación".

Merkel se pronunció así sobre el acuerdo logrado por la eurozona la pasada madrugada sobre la recapitalización directa de la banca y que los fondos europeos de rescate puedan comprar deuda de países como España e Italia.

"Hoy hemos tomado una decisión importante, sobre todo en lo referente al crecimiento y a la lucha contra el desempleo (...) ahora tenemos que profundizar en la integración", ha dicho la canciller.

El primer ministro italiano, Mario Monti, ha sido el encargado de hacer pública la decisión del Consejo Europeo de inyectar dinero directamente a los bancos. "Hemos sacado adelante medidas satisfactorias para la estabilización de la zona euro. En concreto, sobre un aspecto que interesa particularmente a España, que es la recapitalización directa a la banca por el Fondo Europeo sin pasar por los gobiernos", ha dicho Monti a la prensa en los pasillos de la cumbre, en Bruselas.

España e Italia lo han conseguido: han logrado forzar a Alemania a cruzar muchas de las líneas rojas que se había marcado hasta ahora. El frente Roma-Madrid ha impuesto sus urgencias al resto de la Unión Europea y han conseguido que se adopten medidas para aliviar la presión que ambos están sufriendo en los mercados financieros. La vencedora, para muchos analistas, es España, ya que ha conseguido que, de inmediato, los fondos europeos de rescate puedan comprar deuda de los países puestos en jaque por los mercados y, más a medio plazo, puedan prestar directamente a los bancos en problemas.

Latinos contra sajones. Las afinidades lingüísticas parecen dibujar esta vez la frontera entre los dos bandos que se enfrentan en el Consejo Europeo. La canciller alemana, voz cantante de la austeridad a toda costa, ha entrado esta vez al campo de batalla con un mensaje más apaciguador. Angela Merkel no se ha referido a los temas espinosos y se ha limitado a constatar la necesidad de un pacto por el crecimiento. Más duro ha sido el primer ministro holandés. Según Mark Rutte, la inyección urgente de capital no es más que una palmadita en la espalda: no queda otra que apretar los dientes y seguir con los ajustes.

En el bando latino, Mario Monti reclama que el fondo de rescate europeo compre ya mismo bonos españoles e italianos para rebajar unas primas de riesgo desbocadas. En su apoyo, el presidente francés, Francoise Hollande, que apela a la solidaridad y, sin citarlos, reclama apoyo para países con dificultades que están haciendo esfuerzos para encauzar sus cuentas públicas. Y España.

De nuevo en el bando sajón, el primer ministro británico anuncia que su país se quedará fuera de una posible unión bancaria. Cameron no quiere más poder para Bruselas y dice que a los bancos británicos ya se les aprietan suficientemente las tuercas.

Lo importante es que España pueda financiarse. Con esa idea llega a Bruselas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha insistido en que lo más urgente es solucionar el problema de la deuda.

Y en esta batalla, a pesar de las reticencias de Alemania, no está solo. Cuenta con el respaldo del presidente francés, con el que ha estado hablando bastante tiempo al inicio de la reunión, y con el del primer ministro italiano.

El Gobierno se muestra optismista sobre el resultado de la cumbre, pero Rajoy destaca que aquí las decisiones aquí se toman por unanimidad y que eso complica las cosas. Sobre el rescate bancario y la opción de que la ayuda de hasta 100.000 millones de euros vaya a los bancos, Rajoy duda de que salga adelante en esta cumbre: "Es una posibilidad que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Eso iría dentro de la unión bancaria. Yo supongo que se apuntarán algunas ideas sobre este tema. Pero no veo que eso quede resuelte de manera definitiva, pero es una de las posibilidades que están abiertas".

Rajoy defiende, además, que el banco europeo de inversiones pueda financiar a las pymes para que creen empleo. Su apuesta, de nuevo, es más Europa.

España e Italia llegan a la cumbre europea axfisiados por la presión de los mercados. "Estamos financiándonos a unos precios demasiado elevados y hay muchas instituciones públicas españolas que ni siquiera pueden financiarse: este es el tema capital", aseguraba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un poco antes del inicio de la reunión. "El precio del crédito a España es evidentemente muy caro y yo creo que la UE tiene que ser consciente de que esto es así y de que alguna decisión habra que adoptar".

Con España están Italia y Francia. El presidente francés, Fracoise Hollande, aseguraba a la entrada: "Vengo para que haya soluciones muy rápidas para apoyar a los países que más dificultades tienen en los mercados a pesar de que han hecho esfuerzos considerables para ajustar sus cuentas públicas. Vengo con el ánimo de dar a Europa la fuerza, la coherencia y la solidaridad necesarias".

En el otro lado, Alemania. "Espero que hoy podamos aprobar el pacto por el crecimiento y con él enviar una señal importante, como complemento del pacto fiscal. Porque por un lado necesitamos presupuestos sólidos pero también, como la otra cara de la moneda, necesitamos crecimiento y empleo", decía la canciller Angela Merkel, contraria en principio a cualquier tipo de eurobonos.

El número de medicamentos excluidos de la financiación pública puede variar en el futuro porque la lista se revisará periódicamente. El objetivo es ahorrar 458 millones de euros. Sanidad ha rechazado dar tiempo para analizar esta medida como pretendía País Vasco y Andalucía o para aplicar el nuevo copago farmaceútico que empieza el domingo. Los sindicatos regitran ante el Defensor del Pueblo una queja contra la reforma santiaria.

La ley de la reforma laboral ha sido aprobada definitivamente en el Congreso con los votos del PP, CiU, UPN y Foro. Han sido aceptadas las enmiendas del PP en el Senado. La Ministra dice que es una reforma para la confianza y el empleo.