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El candidato republicano Donald Trump remonta en las encuestas tras saberse que el FBI va a analizar varios miles de correos más de Hillary Clinton. El equipo de la candidata demócrata ha reaccionado con dureza, y acusa al FBI de no ser imparcial.
 

La tensión entre los candidatos a la presidencia de EEUU, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, ha vuelto a sentirse este jueves en una cena benéfica en la que ambos han participado en Nueva York. La tradicional gala suele ser una oportunidad para que los candidatos muestren su cara más ligera, su mejor humor y se burlen de sí mismos. Pero entre Trump y Clinton la tónica general han sido los comentarios ácidos y la descalificación del rival, recibidos en algunos casos con abucheos del distinguido público.

Los candidatos, eso sí, se han dado la mano al menos en una ocasión, ante la mirada del arzobispo de Nueva York, un gesto que evitaron durante el tercer y último debate electoral, celebrado el miércoles. En el cara a cara intercambiaron ataques personales y Trump causó gran polémica por no comprometerse a aceptar el resultado de las urnas.

La tensión entre los candidatos a la presidencia de EEUU, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, ha vuelto a sentirse este jueves en una cena benéfica en la que ambos han participado en Nueva York.

La tradicional gala suele ser una oportunidad para que los candidatos muestren su cara más ligera, su mejor humor y se burlen de sí mismos. Pero entre Trump y Clinton la tónica general han sido los comentarios ácidos y la descalificación del rival, recibidos en algunos casos con abucheos del distinguido público.

Los candidatos, eso sí, se han dado la mano al menos en una ocasión, ante la mirada del arzobispo de Nueva York, un gesto que evitaron durante el tercer y último debate electoral, celebrado el miércoles. En el cara a cara intercambiaron ataques personales y Trump causó gran polémica por no comprometerse a aceptar el resultado de las urnas.

El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha afirmado este jueves que aceptará el resultado de las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre "si gano", un día después de eludir confirmar si acatará el veredicto electoral.

A 20 días de la celebración de las elecciones, el último encuentro que cerró la trilogía de los debates presidenciales en Estados Unidos, dejó cara a cara muy tenso entre los candidatos. Los insultos proferidos por Trump hacia la demócrata hicieron áspero el pulso verbal, sensibilizado ya con un protagonismo exagerado de la política exterior, tratándose de un debate presidencial. Pero el culmen llegó cuando el magnate trató de deslegitimar el resultado de las elecciones y no comprometió a reconocerlo en caso de que Hillary saliera finalmente como vencedora. El magnate afirmó: "Lo veré en su momento, lo dejo en suspenso".

Este jueves y casi al mismo tiempo, el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, ha alertado de que la negativa de Donald Trump a aceptar el resultado de las elecciones del 8 de noviembre es una "amenaza" al proceso democrático del país. Los estadounidenses, incluidos los republicanos, "tienen que plantarse" ante esa actitud de Trump, urgió Biden desde Nuevo Hampshire, donde se encuentra para hacer campaña en favor de la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton.

El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha afirmado este jueves que aceptará el resultado de las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre "si gano", un día después de eludir confirmar si acatará el veredicto electoral. "Aceptaré totalmente los resultados de estas grandes e históricas elecciones, si gano", ha asegurado Trump en un acto de campaña en Delaware (Ohio), después del tercer y final debate presidencial de anoche en Las Vegas ante su rival demócrata, Hillary Clinton.

A 20 días de la celebración de las elecciones, el último encuentro que cerró la trilogía de los debates presidenciales en Estados Unidos, dejó cara a cara muy tenso entre los candidatos. Los insultos proferidos por Trump hacia la demócrata hicieron áspero el pulso verbal, sensibilizado ya con un protagonismo exagerado de la política exterior, tratándose de un debate presidencial. Pero el culmen llegó cuando el magnate trató de deslegitimar el resultado de las elecciones y no comprometió a reconocerlo en caso de que Hillary saliera finalmente como vencedora. El magnate afirmó: "Lo veré en su momento, lo dejo en suspenso".

La trilogía de los debates presidenciales en Estados Unidos ha llegado a su fín. Los espectadores han presenciado el final de la entrega desde la Universidad de Nevada, en Las Vegas, en un nuevo cara a cara muy tenso entre los candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Donald Trump. El conflicto existente entre ambos ha llegado a su culmen con los insultos proferidos por Trump hacia la demócrata y con un protagonismo exagerado de la política exterior tratándose de un debate presidencial.

A 20 días de la celebración de las elecciones, Donald Trump ha tratado de deslegitimar el resultado de las elecciones y no se ha comprometido a reconocerlo en caso de que Hillary saliera finalmente como vencedora. El magnate ha afirmado: "Lo veré en su momento, lo dejo en suspenso". Y, es que, Trump ha apuntado varias veces durante las últimas semanas a un posible amaño de las elecciones y a la manipulación de los medios de comunicación en favor de la candidata demócrata. "Los medios son corruptos", ha indicado Trump, que ha añadido que "hay millones de personas registradas para votar, que no deberían poder estarlo". Lo cierto es que todas las encuestas realizadas en los últimos días apuntan a una clara victoria de Clinton sobre el multimillonario, con diferencias que rondan los 7 puntos de diferencia. Asimismo, ha argumentado su afirmación de que las elecciones están amañadas con el hecho de que "Clinton no debería poder presentarse a las elecciones", en clara referencia al caso de los correos. "Por eso digo que esto está amañada", ha concluido.

El último debate presidencial, que han mantenido durante la noche del miércoles (madrugada del jueves en España) los candidatos a las elecciones presidenciales de EEUU, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, ha estado lleno de alusiones personales.

Durante el cara a cara ambos han pasado sin pestañear de las propuestas y la crítica políticas a los ataques personales. En uno de los momentos más tensos, el republicano ha lanzado una frase mientras Clinton defendía la reforma sanitaria de Obama. "Qué mujer tan desagradable", ha dicho Trump.