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Esta vez, el ataque informático se ha producido contra Sony Online Entertainment, otra plataforma de videojuegos online. Los datos personales de otros 24 millones de usuarios podrían estar en peligro.

El Consejo de Ministros va a dar luz verdes este viernes al plan contra el empleo irregular, una medida que obligará a las empresas a declarar en un plazo de tres meses los empleos que no contizan a la Seguridad Social, y en caso de no hacerlo se enfrentan a sanciones que podrían ascender hasta los 200.000 euros. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha señalado que "no habrá perdón, no habrá aministía" para las empresas que no hayan declarado los puestos de trabajo, pero se les dará facilidades de pago.

El presidente de los empresarios navarros, José Antonio Sarriá, hacía público este jueves el contenido de la carta que hace dos días le remitió ETA: "Que la exigencia del pago del impuesto revolucionario como ellos le llaman, es decir, las cartas de extorsión, ha quedado cancelado".

La decisión de cancelar el chantaje económico es consecuencia del alto el fuego, asegura ETA en el texto. El anuncio, inédito en la historia de la banda terrorista, llegaba también a Confebask, la patronal vasca.

Hasta esta comunicación, los empresarios vascos y navarros llevaban seis meses sin recibir cartas de extorsión: por primera vez en su historia la banda terrorista no chantajeaba durante una tregua.

El cobro de extorsiones económicas es la fuente de financiación de los terroristas. El aparato financiero, denominado Gezi, es el más difícil de desmantelar para las fuerzas de seguridad.

En medio siglo de vida, ETA ha asesinado a cerca de 40 empresarios. El anuncio del cese en la extorsión coincide en el tiempo con la visita a Euskadi del grupo de mediadores internacionales encargados de verificar el alto el fuego.

El Gobierno espera aprobar la reforma para hacer aflorar el empleo sumergido en el Consejo de Ministros de este viernes. El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha señalado que es "justo" obligar a las empresas a pagar una parte de los subsidios de los empleados de más de 50 años que ya no van a buscar un nuevo puesto de trabajo. La reforma pretende que las empresas declaren los empleos sumergidos, no declarados a la Seguridad Social, antes del 30 de junio.