Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

El ex presidente de la patronal CEOE y antiguo propietario de Marsans Gerardo Díaz Ferrán ha ingresado esta noche, 5 de diciembre, en la cárcel madrileña de Soto del Real por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. Díaz Ferrán ha llegado la prisión a las 23.30 horas trasladado en el furgón de la Guardia Civil desde los juzgados de Plaza de Castilla, donde ha declarado por otra causa relacionada con un crédito de Caja Madrid a la aerolínea Air Comet. Antes, habían entrado en esta prisión el actual propietario de Marsans y Nueva Rumasa, Ángel de Cabo, y otros cinco imputados por la supuesta comisión de varios delitos (alzamiento de bienes, blanqueo de capitales e insolvencia punible) relacionados con la suspensión de pagos y venta del grupo Marsans. La orden de encarcelamiento de siete imputados en la 'operación Crucero' fue dictada por el juez Velasco después de que los nueve detenidos en esta investigación comparecieran hoy en la Audiencia Nacional.

El concepto "low cost" ha llegado también al pan. Una empresa valenciana ha reventado el mercado al poner el precio de la barra a 20 céntimos.

En total, el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha impuesto fianzas que superan los 112 millones de euros y ha ordenado el ingreso en prisión de todos los imputados. Díaz Ferrán fingió ser insolvente para que sus acreedores no pudieran reclamarle todo lo que les debía. Lo dice el auto del juez Eloy Velasco dictado hoy. Según Velasco, Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual diseñaron una estrategia para ceder las empresas del Grupo Marsans y sus bienes personales al empresario valenciano Ángel de Cabo. El juez calcula que toda esta trama de ocultación de patrimonio supera los treinta millones de euros y el fraude afecta a más de diez mil acreedores.

El Airbus 380, uno de los mayores aviones de transporte del mundo, cumple cinco años. España es uno de los cuatro países europeos que participan en su construcción. Un equipo de TVE ha estado en las instalaciones de Toulouse donde se ensamblan los aparatos.

IÑAKI DÍEZ (Corresponsal de RNE en Roma).- La incredulidad ha invadido la ciudad italiana de Taranto, después de que se haya anunciado el cierre repentino de la siderurgia ILVA, la más grande de Italia.

En la tarde del lunes, la empresa envió a casa a los 5.000 empleados de la planta, después de que fueran detenidos varios de sus directivos por asociación para delinquir, delito de contaminación y concusión. El juez se ha incautado de la producción y del área de frío de la acería.

El fallo judicial que decretaba este cierre se dictó el pasado verano, después de una investigación del juez que estudió la relación entre el aumento de ciertos tumores en la zona y la contaminación de la siderurgia. Pese al dictamen judicial, la empresa ha seguido funcionando mientras directivos, trabajadores e instituciones trataban de solucionar el problema de los vertidos contaminantes a la atmósfera.

Además de los 5.000 trabajadores de la planta de la ciudad del sur de Italia -situada en el tacón de la bota y con una población de 200.000 habitantes-, ILVA genera un total de 25.000 empleos directos e indirectos en toda Italia.

España tiene 8 reactores nucleares que producen la quinta parte de la energía que consumimos. Más de 70 empresas fabrican componentes y dan servicio a la industria atómica. Una de las principales está en Santander. Sus vasijas y generadores están instalados en centrales de Japón, India o Estados Unidos.