China ha reducido el ritmo de nuevos contagios por coronavirus. Se ha pasado de casi cuatro mil personas contagiadas al día hace una semana, a poco más de dos mil en las últimas 24 horas, un descenso de casi el 50 %. En la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia, más de 50 millones de personas continúan aisladas del mundo.
En la provincia china de Hubei, epicentro del coronavirus, la situación sigue siendo grave y preocupa que este lunes por primera vez hubiese más de 100 muertos en un día. Por ello, aumentan las medidas restrictivas en la capital de Wuhan: a partir de esta media noche nadie podrá salir de sus casas y la comida se entregará a domicilio. El buen dato es que por siete días consecutivos, la tasa de contagios ha disminuido en más del 40% fuera de la provincia de Hubei, aunque se cree que no será hasta la segunda quincena de este mes cuando se alcance el pico máximo de contagios.
Una nueva epidemia de dengue provoca más de dos millones y medio de afectados y más de mil muertos en Latinoamérica. El propio presidente de Paraguay está infectado y en Colombia se ha decretado la emergencia nacional. Un equipo de TVE ha estado en Cali, una de las ciudades con más casos.
El hospital de Son Espases, en la Palma, continúa realizando pruebas al británico infectado por coronavirus. Los sanitarios están siguiendo todas las medidas de protección del protocolo que marca la OMS y el paciente se encuentra debidamente aislado von doble puerta y doble sistema de ventilación. Los puntos clave de la prevención: la limpieza y desinfección de las manos antes de realizar cualquier procedimiento.
La OMS ha advertido de que el coronavirus supone una grave amenaza para el resto del mundo tras la reunión de expertos de Ginebra. En China, los fallecidos ascienden a 1.000 y la situación de Hubei, epicentro del virus, sigue siendo grave. Aún así, el Gobierno chino considera que los planes de prevención están funcionando. Se han curado casi 4.000 personas en el país y ha disminuido un 42 % la tasa de contagios fuera de Hubei
Chen, natural de Qingdao, de 34 años y abogado de profesión, llegó a Wuhan el 24 de enero en el último tren que entró en la ciudad antes de se cerrara al transporte, con el objetivo de contar lo que ocurría. "Es mi deber ser un perodista-ciudadano (...) ¿Qué tipo de periodista sería si no corriera a la primera línea en un desastre?", había dicho.
Desde ese momento y durante dos semanas, Chen colgó vídeos y comentarios en su blog y en plataformas como Youtube y Twitter (bloqueadas en China pero accesibles desde redes privadas o desde el extranjero) sobre el operativo contra la enfermedad, grabando tanto a los enfermos como los cadáveres de los fallecidos, los hospitales desbordados y los esfuerzos de las autoridades por construir nuevas instalaciones para dar respuesta a la emergencia. Algunos de sus posts han tenido millones de visitas.
En previsión de que lo que podía ocurrir, el bloguero había cedido las claves de sus cuentas a sus amigos y les había dado instrucciones de que las cambiaran si pasaban 12 horas sin dar señales de vida.
El jueves, Chen enmudeció en las redes, y su familia aseguró que había desaparecido. Un amigo ha explicado en redes que las autoridades han informado a la familia de que se encuentra en cuarentena, pero no han revelado el lugar, ni la familia ha podido contactar con él.