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El comisario de gestión de crisis de la Unión Europea advierte de la peligrosidad del coronavirus que se extiende con mucha facilidad. Dice que estamos ante un riesgo serio de salud pública. La Comisión Europea ha dado instrucciones a su personal para que evite los viajes a China a excepción de los que sean imprescindibles. Este jueves reunión extraordinaria de los ministros de Sanidad de los 27 en Bruselas para coordinar medidas.

El ciudadano británico contagiado llegó a España el pasado 29 de Enero. Contrajo el virus durante unas vacaciones en Francia a través del contacto con otro caso confirmado. En esos momentos, ambos desconocían que estaban infectados por coronavrius. El infectado continuará aislado en el Hospital Universitario Son Espases hasta que sus análisis confirmen que el virus ha desaparecido. Según los médicos, podría estar ya en la última fase.

En Hong Kong, los 3.600 pasajeros y miembros de la tripulación del crucero World Dream han recibido permiso para desembarcar, tras dar negativo en las pruebas. Han estado retenidos cinco dias. El otro crucero en cuarentena, el Diamond Princess, atracado en Yokohama, Japón, ha recibido la visita de los médicos. Se han confirmado seis nuevos casos, que se suman a los 64 anteriores.

Segundo caso de coronavirus en España. Se trata del padre de la familia británica aislada desde el viernes en Mallorca cuando se supo que habían estado en contacto en Francia con un infectado. La madre y las dos hijas, de siete y diez años, han dado negativo y no presentan síntomas.

Se ha desatado en China una ola de indignación tras la muerte por coronavirus del médico que alertó sobre la epidemia. La presión ha hecho que el gobierno chino anuncie una investigación para saber por qué no se le hizo caso. Por otro lado, el pangolín ha sido señalado como el posible animal transmisor del coronavirus entre murciélagos y humanos. En China, su carne se considera un manjar.

La muerte del doctor Li Wenliang, una de las primeras personas que alertó del brote del coronavirus y que fue apercibido por ello por las autoridades de Wuhan, ha causado una ola de elogios a su persona y de críticas a la actuación oficial en redes sociales. El Gobierno chino ha respondido doblemente: ha censurado algunas conversaciones en redes pero, a la vez, ha anunciado el inicio de una investigación oficial sobre lo sucedido.

Li murió este jueves en el hospital de Wuhan, en el que trabajaba como oftalmólogo, tras haberse contagiado de la enfermedad que ya se ha cobrado 636 muertes. A finales de diciembre, Li alerto en sus redes sociales de lo que suponía era un rebrote del SARS, otro coronavirus que en 2003 causó más de 900 muertes. El 3 de enero, Li y otras ocho personas que habían alertado igualmente de los contagios fueron conminados por la Policía a firmar una declaración en la que se declaraban culpables de "diseminar información falsa en internet" y prometían no volver a hacerlo.

Tras hacerse pública su muerte de manera oficial, tras horas de confusión y rumores, las redes sociales chinas, como Weibo (el Twitter chino), se han llenado de mensajes de elogio a Li y duelo por su muerte. Y también de críticas a la actuación de las autoridades.

El Gobierno chino ha respondido en primer lugar censurando algunas de las conversaciones. No obstante, el gobierno ha decidido también hacer frente a las críticas con la apertura de una investigación oficial. La Comisión Central para la Inspección Disciplinaria, el más alto organismo contra la corrupción, ha enviado investigadores a Wuhan para investigar "problemas denunciados por la gente en conexión con el doctor Li Wenliang".

La muerte del doctor Li Wenliang, una de las primeras personas que alertó del brote del coronavirus y que fue apercibido por ello por las autoridades de Wuhan, ha causado una ola de elogios a su persona y de críticas a la actuación oficial en redes sociales. El Gobierno chino ha respondido doblemente: ha censurado algunas conversaciones en redes pero, a la vez, ha anunciado el inicio de una investigación oficial sobre lo sucedido.

Li murió este jueves en el hospital de Wuhan, en el que trabajaba como oftalmólogo, tras haberse contagiado de la enfermedad que ya se ha cobrado 636 muertes. A finales de diciembre, Li alerto en sus redes sociales de lo que suponía era un rebrote del SARS, otro coronavirus que en 2003 causó más de 900 muertes. El 3 de enero, Li y otras ocho personas que habían alertado igualmente de los contagios fueron conminados por la Policía a firmar una declaración en la que se declaraban culpables de "diseminar información falsa en internet" y prometían no volver a hacerlo.

Tras hacerse pública su muerte de manera oficial, tras horas de confusión y rumores, las redes sociales chinas, como Weibo (el Twitter chino), se llenaron de mensajes de elogio a Li y duelo por su muerte. Y también de críticas a la actuación de las autoridades. Algunos de los mensajes han llegado a ser visionados millones de veces.

Las autoridades chinas intentan tranquilizar a la población por el coronavirus. A pesar de que ya hay 564 personas fallecidas y miles de infectados. Desde el Gobierno insisten en que la tasa de mortalidad es del 2 %. Según los datos que da la Comisión Nacional de Salud hay más número de curados que de muertos.