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Con la variante Delta, los casos de COVID-19 vuelven a dispararse en Estados Unidos y el país sigue dividido en torno a la vacuna. En Texas, un grupo de trabajadores sanitarios ha protestado contra la nueva norma de su hospital: deben vacunarse contra el COVID-19 o perderán su empleo. "Creas o no en la vacuna, no te deberían obligar", ha dicho una enfermera de urgencias. Esto, mientras ve cómo aumentan los ingresos en su hospital.

Cada vez más empresas pasan a la acción y exigen a sus trabajadores que se vacunen: Facebook, Google o varias aerolíneas. La cadena CNN ha despedido a tres empleados porque no estaban vacunados. Muchos trabajadores públicos deben escoger: o vacunarse o hacerse pruebas periódicas. Y Nueva York se prepara para exigir la vacuna en restaurantes o gimnasios.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado un paso hacia su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ha anunciado este jueves medidas con las que busca transformar la electrificación del sector del automóvil, con la que busca también vencer a China y devolver al país el liderazgo del sector.

En presencia de los líderes de los tres mayores fabricantes de automóviles del país (General Motors, Ford y Stellantis), así como de destacados congresistas, líderes sindicales y organizaciones medioambientales, Biden ha firmado en los jardines de la Casa Blanca una orden ejecutiva con la que busca que para 2030 la mitad de los coches que se vendan en el país sean vehículos eléctricos (VE).

En la actualidad, menos de un 2 % de todos los automóviles que se venden en el país son VE, lo que coloca a Estados Unidos en el puesto número 20 de la clasificación mundial. Mientras, China duplica a EE. UU. en el número de VE y la tasa de crecimiento de su mercado doméstico es el doble de la del país norteamericano.

Foto: EFE/EPA/SARAH SILBIGER
 

Este miércoles cumple 60 años Barack Obama y el ex presidente de los EE.UU. lo va a celebrar con una fiesta multitudinaria y polémica. En plena ola de contagios, va a reunir a casi 700 personas. La Casa Blanca le defiende porque dicen que se cumplirán todos los protocolos, pero el presidente Biden ya ha dicho que no irá.

Será en una exclusiva isla cerca de Boston, en Massachusetts, en una mansión de su propiedad. Acudirán unas 700 personas en total de las que 475 son invitados y a los que hay que sumar más de 200 trabajadores. Habrá caras muy conocidas como las de Clooney, Spielberg, Oprah y todos saben cuáles son las normas: estar vacunados y aportar una prueba negativa de COVID-19. No ha trascendido si deberán usar mascarilla, aunque no es obligatoria porque la fiesta será al aire libre.

La polémica está servida porque el país vive un preocupante aumento de contagios por la variante delta. Los republicanos acusan a Obama de imprudente y se preguntan qué dirían los demócratas si fuera Trump quien organizara ese cumpleaños.

Un tiroteo en el exterior del Pentágono con varios heridos ha hecho saltar las alarmas en el edificio de Defensa de EE.UU., que ha cerrado suspuertas momentáneamente tras el incidente. El suceso ha ocurrido en la plataforma de autobuses que se encuentra fuera de las instalaciones, lugar por el que transcurren miles de personas todos los días. POco después ha reabierto sus puertas, informan en su cuenta de Twitter.

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani Ahmadzai, ha culpado a EE.UU de deteriorar gravemente la situación de seguridad del país por la salida demasiada abrupta de sus tropas. Afganistán se enfrenta ahora a la peor crisis de seguridad vivida en dos década de guerra.

Informa Cristina Sánchez

Una investigación del centro de enfermedades infecciosas de Estados Unidos alerta de quela variante Delta de la COVID-19 y de que los vacunados, aunque les afecte menos, también pueden transmitirla. Además, se está estudiando si estar vacunado puede reducir el tiempo durante el cual podemos contagiar a otros. Los expertos piden cautela e incluso plantean que los ya inmunizados guarden cuarentena cuando han sido contacto estrecho de un positivo.

Foto: Kena Betancur / AFP

Dos tornados han tocado tierra en el condado de Bucks, Pensilvania, al este de Estados Unidos. La catástrofe ha dejado al menos cinco personas heridas, después de que un concesionario quedara arrasado. Los tornados tocaron tierra al mismo tiempo en las localidades de Bensalem y Solebury, en una situación que no se había vivido nunca en esta zona del país.