Con la variante Delta, los casos de COVID-19 vuelven a dispararse en Estados Unidos y el país sigue dividido en torno a la vacuna. En Texas, un grupo de trabajadores sanitarios ha protestado contra la nueva norma de su hospital: deben vacunarse contra el COVID-19 o perderán su empleo. "Creas o no en la vacuna, no te deberían obligar", ha dicho una enfermera de urgencias. Esto, mientras ve cómo aumentan los ingresos en su hospital.
Cada vez más empresas pasan a la acción y exigen a sus trabajadores que se vacunen: Facebook, Google o varias aerolíneas. La cadena CNN ha despedido a tres empleados porque no estaban vacunados. Muchos trabajadores públicos deben escoger: o vacunarse o hacerse pruebas periódicas. Y Nueva York se prepara para exigir la vacuna en restaurantes o gimnasios.