Es un pulso a contrarreloj. El presidente demócrata y el líder republicano del Congreso mantienen a los economistas en vilo. Anoche mostraron buena voluntad, pero acabó sin acuerdo. Los republicanos quieren mantener el gasto en defensa y recortar todo lo demás. Los demócratas proponen otra receta para reducir el déficit:, que los ricos paguen más impuestos.
Se acaba el tiempo y el dinero. La secretaria del Tesoro alerta de que el 1 de junio pueden quedarse sin efectivo.
Estados Unidos gasta más de lo que ingresa, necesita pedir dinero prestado, pero el límite de la deuda lo fija el Congreso, para subirlo hace falta el voto de los republicanos. Ahora son 31 billones, y ya los han alcanzado.
Si no pueden pedir más, el Gobierno tendrá que decidir pronto qué facturas deja de pagar: seguridad social o food stamps o sueldos militares o acreedores
Los descendientes de esclavos afroamericanos siguen luchando para que la administración de EE.UU. les indemnice por los años de abusos, robo de patrimonio y trabajo no remunerado. En San Francisco, California, lideran la petición: cinco millones para cada afectado.
China y EE.UU. se están retando en el campo de batalla de la moneda. El yuán chino es ya la divisa más utilizada en pagos transfronterizos, por delante del dólar. Rusia, Arabia Saudí y Brasil pagan a China en su propia moneda. Y no sólo hay razones económicas, también políticas.